El proyecto que dio inicio a una larga historia: ¿te acuerdas de los primeros plazos y presupuesto de la Variante?

LA NUEVA ESPAÑA desveló en noviembre de 2001 el primer calendario y presupuesto de la Variante: 218.000 millones de pesetas y diez años de ejecución

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Mario Antuña

Mario Antuña

El encargo tenía el olor de las noticias trascendentes, capaces de marcar en el calendario un nuevo periodo de la historia de Asturias y abrir la etapa de otro futuro más esperanzador. Tenía ese olor excitante que presiente el de la tinta en la rotativa manchando la primera página del periódico.

–Mañana vas a ir a Madrid. Te esperan a mediodía, en el Ministerio de Fomento. Cascos quiere explicar algo importante de la Variante de Pajares. Cuando salgas, llamas y nos cuentas para ir preparando la información.

La mañana de aquel 16 de noviembre de 2001 era fría en Madrid. Era viernes y el cielo sobre el rectilíneo y monumental edifico de Nuevos Ministerios, estaba limpio. La cita era con Francisco Álvarez-Cascos, ministro de Fomento, que hacía apenas cinco meses antes había dejado la vicepresidencia del primer Gobierno de Aznar, quien encarrilaba su segunda legislatura, ahora con mayoría absoluta.

El encuentro se iba a retrasar. Álvarez-Cascos estaba en la Moncloa, había Consejo de Ministros y se alargaba. Pero la reunión no iba a suspenderse. El ovetense Florentino Alonso Piñón, siempre a la vera de Cascos, aguardaba en el Ministerio y transmitía con pesar la notica del retraso. Era el director de Información de Fomento, como antes lo había sido de la Vicepresidencia del Gobierno y después ocuparía la Consejería de Presidencia en el breve gobierno de Cascos en el Principado. Pero algo alguna información iba conociendo. El Ministro había convocado a la cúpula ferroviaria de Fomento para explicar un gran proyecto para Asturias.

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Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que recogían la información sobre el primer presupuesto y calendario de la variante de Pajares. / LNE

Francisco Alvarez-Cascos apareció por su despacho sobre la una y media. En una gran sala anexa, esperaban los principales responsables del entramado ferroviario del Ministerio, alrededor de una larga mesa. El Ministro la presidía; a un lado el presidente de Renfe, Miguel Corsini Freese, Conde de La Gomera, el presidente del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), Juan Carlos Barrón Benavente, y otros técnicos. Cascos, desde el primer momento, expresó que estábamos ante el paso definitivo para la construcción de la gran infraestructura ferroviaria asturiana, gracias al Gobierno del PP y, explícitamente, a su voluntad como responsable de Fomento.

Los datos se fueron desparramando por la mesa. Unos días antes, el 6 de noviembre de 2001, la secretaría de Estado de Infraestructuras que dirigía el asturiano Benigno Blanco, hombre de confianza de Cascos, encargaba al GIF la elaboración del “proyecto básico de la línea de alta velocidad a Asturias, La Robla-Pola de Lena (Variante de Pajares)”. Comenzaba así a perfilarse el calendario de la obra. En dos años, en 2003, el GIF licitaría por el sistema de concurso de proyecto y obra del túnel central de 25 kilómetros de la Variante de Pajares, que se segrega para agilizar su construcción del resto del tramo exterior. El coste de los túneles estaba cuantificado entonces en 173.000 millones de pesetas. Con el trazado ferroviario completo, el coste ascendía a 218.000 millones de pesetas. En 2004 se preveía la contratación de las obras, que comenzarían ese mismo año.

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que recogían la información sobre el primer presupuesto y calendario de la variante de Pajares.

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que recogían la información sobre el primer presupuesto y calendario de la variante de Pajares. / LNE

La exposición de datos se sucedía y daba lugar a dudas y aclaraciones con preguntas sobre plazos, presupuestos, imprevistos…, que provocaron una escena tragicómica en el transcurso de la reunión. La actitud siempre expeditiva de Cascos al relanzar a sus colaboradores las preguntas del periodista, suscitaba en sus colaboradores una reacción de desasosiego. Como cuando en una clase el profesor impetuoso interpela a los alumnos que intentan esquivarlo. Incluso creí percibir alguna mirada de súplica: “No preguntes más”.

–¿Entonces se podrán cumplir los plazos de excavación de los túneles?

–Bueno, claro depende de si…

–Depende, no, sí se podrá o no

–Sí, sí, se cumplirán, claro, claro...

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que recogían la información sobre el primer presupuesto y calendario de la variante de Pajares.

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA que recogían la información sobre el primer presupuesto y calendario de la variante de Pajares. / LNE

El temor no era infundado. Tres años después, en 2004, el presidente del GIF presentaba su dimisión por los retrasos del AVE a Lleida.

En una hora de reunión se concretó todo el calendario y algunas especificidades técnicas, junto con mapas y gráficos de la monumental obra. Los túneles estarían concluidos en 2008 y se iniciaría la colocación de las vías, para colocar el tendido eléctrico en 2009. El resto del trazado exterior de la Variante se iría construyendo de forma paralela hasta culminar, en 2010, con la entrega en servicio. LA NUEVA ESPAÑA desveló la información completa el domingo 18 de noviembre de 2001.

Las primeras previsiones se cumplieron. El 11 de febrero de 2004 se colocó la primera piedra de la Variante en Lena. El resto del camino hasta hoy, con su entrada en servicio, estuvo plagado de retrasos, problemas técnicos, reajustes presupuestarios, disputas políticas sobre el ancho de vías o el paso de trenes de mercancías… Pero esa es otra historia. La Variante de Pajares es una realidad 21 años después, el mismo tiempo que se empleó en construir El Escorial.

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