La Granda (Gozón),

Saúl FERNÁNDEZ

Escapar de la recesión económica, indefectiblemente, pasa por «invertir lo que ya no invierte el sector privado», es decir, se hace preciso que la Administración pública se ponga al tajo «para dar energía al sistema empresarial» que desde julio de 2007 está de capa caída. La salida no se encuentra en la rebaja de impuestos. Esto es, al menos, lo que explicó ayer, en la inauguración de la XXXI Edición de los cursos de La Granda, Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de Empresas de la Universidad Autónoma de Madrid. «Lo peor ha pasado, pero lo que queda por venir no es bueno; la transición entre lo peor y lo aceptable puede ser larga», vaticinó. «El año que viene, si no, en España se vivirá parte de las historias duras que vive Europa ahora», añadió.

Emilio Ontiveros, en su intervención, explicó también que la crisis económica actual es una suma continuada de sorpresas. «Para encontrar la salida de la crisis tenemos que echar mano del estímulo estatal. Estados Unidos ha publicado dos planes de reactivación financiera, el segundo es de 787.000 millones de euros. Gracias a la celeridad que se dieron el presidente Bush y ahora Obama, no estamos discutiendo qué hacer con el infartado, porque la tibieza de los gobiernos en el año 1929 condujo a unas cifras porcentuales de paro en los estados Unidos de hasta dos dígitos», aseguró el catedrático de Ciudad Real. «Sólo se terminó con la recesión cuando llegó la II Guerra Mundial, es decir, se solucionó con una decisión de gasto público. La mayor decisión de gasto público es una guerra, pero, claro, no tenemos por qué llegar a un conflicto», ironizó Ontiveros.

El catedrático explicó que «la presidenta del Congreso de Estados Unidos, a la vista del cariz que estaban tomando las cosas, llamó a Bush y los dos juntos pusieron en marcha la primera medida para salvar el sistema». Fue el camino del fin, ese que pasó por la nacionalización de pilares del capitalismo como la General Motors o el Citybank. «Sólo queda la Coca-Cola en manos privadas», bromeó.

El plan de inversiones públicas de los Estados Unidos, el vigente, tiene unas características susceptibles de la exportación. Se divide, según explicó Ontiveros, en tres: un tercio para sanidad, otro para infraestructuras y, el último, para la banda ancha en los municipios rurales. «No es caridad. El siglo pasado fue el de las infraestructuras físicas y éste será el de las nuevas tecnologías», apuntó.

Por otra parte, el catedrático Emilio Ontiveros señaló que la ola de la crisis no ha terminado de llegar a España. Y es que, dijo, la quiebra del sistema económico nacional se ha retrasado porque, hasta la fecha, «los bancos han mostrado una estabilidad que no se había vivido en los Estados Unidos». Pese a esta circunstancia, el catedrático recordó que España ha vivido una escalada de precios en el sector inmobiliario «mayor, incluso, que los Estados Unidos, el epicentro de la crisis». A esto, el catedrático sumó un paro en el sector de la construcción que supera las tasa del 12 por ciento. «Así que, si se desploma el sector de la construcción, se desploma también el empleo y si se desploma el empleo se incrementa el nivel de endeudamiento. Y un parado, al final, no puede pagar la hipoteca, con lo que el banco se resiente», comentó el catedrático.

Pese a todo, Ontiveros indicó que la recesión tiene fecha de caducidad. Vaticinó que Europa saldrá de la crisis en 2011: «Si se entiende que el final está en la recuperación de la economía, la respuesta es que hasta tener un sistema bancario absolutamente normalizado no se puede hablar de recuperación financiera ni de parón en el descenso del paro. Y todo esto no sucederá hasta finales del año que viene», comentó minutos antes de su conferencia en el chalé de Arcelor. «En Estados Unidos ya no hay riesgos, porque cayeron todos y, por eso, se apuntalaron». La crisis se recoge, pues, en su lugar de nacimiento.