Piedras Blancas,

Vanessa PARAPAR

La exigencia de la alcaldesa, Ángela Vallina, de que la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar admita a mujeres en su seno parece que no encontrará eco en la asociación. Los representantes de las cuatro cofradías asturianas que sólo admiten hombres en su estructura se mostraron ayer en sintonía con los responsables de la entidad castrillonense. El más contundente fue Miguel Ángel Fuente, fundador de la Orden del Sabadiego, de Noreña: «¿En una sociedad de amas de casa van a entrar hombres? Podríamos, pero no debemos», espetó Fuente.

El resto de dirigentes de cofradías exclusivamente masculinas de Asturias no se mostraron tan explícitos como el fundador de la Orden de Sabadiego, aunque alguno se mostró inclinado a vetar el ingreso de mujeres. Es el caso de Rafael Secades, de la asociación «Amigos de los Quesos del Principado», con sede en Oviedo, que insistió en que los estatutos de su cofradía están determinados para una entidad sólo de hombres. «Somos una cofradía gratuita que tiene como único objetivo que un grupo de amigos se reúna para mantener una riqueza asturiana como la de los quesos», declaró Secades.

La tradición y la dejadez son las razones que esgrimen los miembros de las cofradías para vetar el ingreso de mujeres en la directiva. De hecho, alguno, como Pepe Sariego, de la Cofradía «Amigos de los Nabos» de Morcín, deja entreabierta la puerta a las féminas. «Por estatutos, en nuestra asociación sí pueden entrar mujeres, pero nunca hemos tenido muestras de que ninguna quisiera entrar. En esta cofradía cualquier persona puede entrar; el único requisito es que esté avalada por tres cofrades», declaró Pepe Sariego. El fundador de los «Amigos de los Nabos» explicó que en su asociación no hay ningún tipo de exclusión por sexo, ya que los estatutos de la cofradía fueron remodelados cuando, en el año 2003, se aprobó la ley de Igualdad.

La versión que sostiene Sariego coincide con la que apoya Vicente Quintanilla, presidente de la Cofradía de la Buena Mesa del Mar, que justifica la ausencia de mujeres en la asociación con la falta de candidatas. Una justificación que no convence a la alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina. «Este conflicto lo ha sacado la Cofradía por un problema que viene de antes. Ellos hicieron un acto de discriminación hacia mí en la entrega de "La cuchara de oro" en 2001», recordó la regidora, que volvió a apelar al carácter constitucional de la inclusión de mujeres en la cofradía.