Moisés F. M., propietario del club de alterne Los Arcos y principal sospechoso de la muerte a tiros del avilesino Roberto Lazcano y el rumano Asan Osman, se entregó ayer de forma voluntaria en la Comisaría de la Policía Nacional y confesó el doble crimen en compañía de su abogado. Poco más ha trascendido por fuentes oficiales de un suceso que ha conmocionado a la ciudad y que en medios policiales se atribuye a un ajuste de cuentas. El juez encargado del caso, el magistrado del juzgado mixto número dos de Avilés, decretó ayer secretas las diligencias. Está previsto que el detenido, de treinta años y vecino de La Luz, pase esta mañana a disposición judicial en medio de fuertes medidas de seguridad.

El autor confeso de los hechos se presentó en Comisaría a mediodía, quince horas después de acribillar a balazos a sus víctimas. Según ha podido saber este periódico, Roberto Lazcano y Moisés F. M. eran viejos conocidos. El segundo recibió varias palizas en los últimos meses y llegó a denunciar ante las fuerzas de seguridad que se sentía amenazado y perseguido. Dicen que nadie le hizo caso. Adquirió un arma y la utilizó a las nueve de la noche del miércoles a las puertas de su establecimiento.

Mientras el presunto homicida confesaba ayer a la Policía Nacional estos hechos, un forense realizaba la autopsia al cadáver de Roberto Lazcano -que recibió al menos cinco impactos de bala- en el tanatorio municipal de La Carriona. Una funeraria trasladó en torno a las cuatro de la tarde el cuerpo inerte a la morgue de San Cristóbal. Allí le esperaban sus padres, familiares y allegados. El cuerpo de Asan Osman permanece en el tanatorio municipal a la espera de la autopsia. En medios próximos al caso señalaron que sus familiares están realizando los trámites oportunos para repatriar el cuerpo a Rumanía.

Avilés se convirtió ayer en un hervidero de comentarios por el doble crimen mientras la familia Lazcano velaba a Roberto, de 34 años. La iglesia de Santo Tomás de Cantorbery acogerá a las seis de esta tarde el funeral por el empresario de la noche avilesina. Sus restos descansarán en el cementerio corverano de Nuña.