A. P. G.

La Confederación Hidrográfica confiaba en que la ventana de mar prevista para estos últimos días permitiera fondear el último tramo del emisario submarino de Xagó, pero no ha sido posible. Las condiciones del Cantábrico han frustrado los planes estatales y todo apunta a que la conclusión del gran desagüe de la comarca tendrá que esperar al fin de la invernada. El presidente de Hidrográfica, Jorge Marquínez, señaló la semana pasada que «los meses de diciembre y enero no son propicios para trabajar en la mar», y aunque da por finalizada la obra resulta harto complicado que la misma pueda tocar a su fin antes de la primavera de 2010.

El emisario de Xagó y el colector de vertidos industriales constituyen las dos últimas piezas del plan integral de saneamiento de la ría avilesina, un ambicioso proyecto del que se empezó a hablar en 1992 y que diversos avatares, muchos de ellos rifirrafes políticos, fueron retrasando. El sistema de saneamiento, que acumula doce años de retraso, incluye dos grandes colectores generales por ambas márgenes del estuario: el de la derecha, o colector industrial, y el de la izquierda, que transporta las aguas residuales urbanas a la depuradora de Maqua, donde serán tratadas antes de ser expulsadas al mar mediante el emisario. El colector de la margen derecha recogerá las aguas residuales de las empresas de la comarca y las de Cogersa. La conexión de las instalaciones del Consorcio de Residuos al colector supondrá una inversión de 262.000 euros. Los trabajos estarán finalizados el próximo verano.