Félix VALLINA

Cuando diez destacados escritores y periodistas ponen el corazón en sus textos para dar forma a un libro sobre su ciudad es difícil que el resultado pase desapercibido. Después de dos entregas imprescindibles para cualquier avilesino -«Avilés XX. El siglo que vivimos» y «Avilés. Episodios y relatos»- los miembros de la particular «Academia» local han vuelto a juntar sus plumas en las páginas de «Avilés. Evocación y recuerdo», un libro que cierra una trilogía para el recuerdo en la que se recogen crónicas sentimentales, literarias y evocadoras del Avilés del siglo pasado. Este nuevo repaso a la historia reciente de la ciudad será presentado mañana, a partir de las ocho de la tarde, en uno de los salones del hotel Palacio de Ferrera.

El prólogo corre a cargo de José Luis García Martín, poeta y profesor de la Universidad de Oviedo, y la introducción la firma el veterano periodista Eugenio Suárez, que se encarga de presentar con maestría y estilo literario a cada uno de los articulistas que forman parte de este proyecto editorial, a un grupo de articulistas que él define como una «nutrida escuadra de mosqueteros de la pluma».

El libro comienza con un viaje en uno de los vehículos predilectos de la nostalgia: el tranvía. El periodista Juan Manuel Wes se encarga de recuperar los recuerdos y los sentimientos que se quedaron en los asientos del tranvía que recorría el trayecto entre El Parche y Salinas -el escape de la ciudad hacia el mar- y que hace ya más de medio siglo que ha pasado a la historia. Justo Ureña, cronista oficial de Avilés, ofrece su crónica particular sobre la construcción de la iglesia nueva de Sabugo, cuya inauguración tuvo lugar en el año 1903. Francisco Sánchez -abogado consistorial del Ayuntamiento de Avilés, experto en heráldica y colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA- también desvela en el libro los misterios que encierra el escudo de la ciudad.

Otro de los articulistas es el artista Ramón Rodríguez, que se luce con su crónica del Avilés del año 1965. Alberto del Río, también colaborador de este diario, entremezcla la historia de la ciudad con la leyenda consiguiendo una visión distinta de las calles de Avilés. El periodista Toni Fidalgo también ha querido contribuir con un texto dedicado a la primera emisora de radio de Avilés y José Manuel Feito, párroco de Miranda, dedica unas líneas al queso, la sidra y el jamón. «Que nadie piense que son unas páginas ocasionales y redactadas a la ligera. Detrás hay una paciente erudición, una indagación casi detectivesca. Como William Blake, José Manuel Feito puede ver el universo en un grano de arena», asegura José Luis García Martín en el prólogo. José Ramón Cueva, columnista habitual de estas páginas, se encarga de algunos personajes de Avilés en una crónica histórica y cargada de sentimentalismo. El concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, cuenta el traslado de los restos de Pedro Menéndez a su actual emplazamiento de la iglesia de los Padres Franciscanos de Avilés y recoge una visión particular de la guerra de Cuba y de las relaciones con Estados Unidos. Luis María Alonso, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, también contribuye al libro con una galería de estampas dedicadas a Avilés «que es una muestra de su buen hacer literario y de su capacidad para enlazar lo local con la inagotable variedad del mundo», recoge el prólogo.

Tras la presentación del libro, en la que estarán presentes todos los articulistas y representantes de todos los sectores de la sociedad avilesina, actuará en ochote Asturias, una formación que se ha creado recientemente pero que ya cuenta en su currículum con actuaciones a nivel nacional e internacional.