Trasona (Corvera),

Francisco L. JIMÉNEZ

Fertiberia (antigua Enfersa) cumple cuarenta años con ánimos renovados y buenas expectativas a medio plazo, pese a la crisis. Así lo puso de manifiesto ayer el director de la fábrica que tiene la compañía en Trasona (Corvera), José Manuel Puerta, en el transcurso de un acto que, por novedoso, también es síntoma del buen estado de salud de la empresa. Puerta y otros directivos de la empresa de fertilizantes hicieron entrega formal del parque infantil que Fertiberia, a través de la Fundación Villar Mir, donó al colegio de Gudín y que tuvo un coste de 12.000 euros.

Atrás parecen haber quedado las incertidumbres de futuro y la amenaza de cierre que se cernió sobre la factoría de Trasona a mediados de la pasada década. «Esta fábrica lleva 40 años en funcionamiento y las inversiones productivas y medioambientales que se han llevado a cabo en ella nos permiten decir hoy que tenemos consolidado el presente y garantizado el futuro inmediato», afirmó el director.

Los números vienen a ratificar esas palabras: la fábrica de abonos de Trasona da empleo de forma directa a 135 personas (sólo 10 menos que cuando la plantilla protagonizó sonadas movilizaciones para evitar el cierre de la planta) y a una cifra de entre 70 y 100 trabajadores subcontratados; además se estima, según Puerta, que hay otros 300 empleos vinculados de forma indirecta con las actividades de la fábrica de fertilizantes. El perfil de la plantilla actual es bien diferente al de hace diez años: una edad media de 38 años frente a los 58 años y medio de la anterior.

El director reseñó que la planta local de Fertiberia se ha abierto a los mercados internacionales (el 40 por ciento de la producción se exporta) y ahí radica precisamente otra de las claves de su viabilidad. Cuando el mercado flojea en España -como ocurrió durante la última campaña de sementera de cereal-, las exportaciones vienen a compensar la caída de ventas nacionales. «Millón arriba o abajo, la fábrica está estabilizada en torno a una cifra de facturación anual de 80 millones de euros», precisó el director.

No hizo falta que José Manuel Puerta comentase la mejoría de las condiciones ambientales con que trabaja la fábrica de Trasona pues fue el propio Alcalde de Corvera, Luis Belarmino Moro, el que puso el acento en la cuestión: «Hubo una época negra en la que, por citar un ejemplo, el amoniaco salía por los retretes de algunas casas de Trasona... Eso es historia gracias a las inversiones realizadas para la reducción y el control de las emisiones de la fábrica de abonos. Y aunque en la lucha contra la contaminación nunca se hace bastante, estamos razonablemente contentos con lo realizado por Fertiberia».