La historia no deja constancia de qué menú se sirvió el 6 de julio en el teatro-circo Somines de Avilés como colofón a la llegada del ferrocarril a la ciudad, pero sí que el restaurante encargado fue Lhardy, de Madrid. Y ayer, como hace 125 años y siete generaciones de restauradores después, la Casa Lhardy, con su gerente Milagros Novo al frente, repitió con un menú del que sí quedará constancia: cocido madrileño al estilo Lhardy y souflé con sorpresa. En la imagen, equipo del restaurante madrileño y de El Balcón (que gestiona la restauración del Real Balneario, que acogió la comida de ayer) en la cocina.