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Alumna de la Escuela de Cerámica

Hoy estamos tristes

Despedida de los alumnos de la Escuela de Cerámica a David Gutiérrez

Hay personas que deberían de ser eternas, que nos vendría muy bien que lo fueran, y mi amigo David es una de esas personas.

Lo conocí haciendo cerámica en la escuela de Avilés; él era de los alumnos ya aventajados, y yo una principiante, y ya por aquel entonces me tomaba el pelo y nos reíamos, pero cuando coincidimos en el mismo grupo ya fue todo un placer compartir con él cerámica, cervezas, comidas y risas...

Me enseñó a verle el lado bueno de la vida, a que el buen trabajo se consigue con esfuerzo, a reírme, a disfrutar con los amigos, a ser paciente y a ser buen amigo, a colaborar en todas las actividades que se le proponían, a escuchar buena música... y que a compartir una cerveza o una comida en buena compañía es un lujo. Con él los malos momentos o agobios eran menos, los sabía relativizar, no darle importancia a lo que puede tener arreglo...

Hoy me doy cuenta de que seguiré sus enseñanzas y creo que el grupo de amigos de cerámica lo recordaremos con mucho cariño y nos aparecerá una sonrisa al acordarnos de él y de sus anécdotas y sus enseñanzas.

Hoy perdimos un amigo y estamos tristes, pero fue un placer conocerlo y aprender con él. Te echaremos mucho de menos David. No es nada fácil encontrar un tío "listo para los 'recaos'".

Rocío Mosquera firma este artículo en nombre de todos los compañeros y amigos de David Gutiérrez en la Escuela de Cerámica

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