La del Domingo de Ramos de 2016 fue una bendición solidaria y bajo techo. La lluvia impidió la salida del paso de la Borriquilla y privó a los avilesinos de la procesión que inaugura la Semana Santa avilesina, Fiesta de Interés Turístico Regional. El paso que representa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un pollino se quedó atechada en la iglesia de San Antonio de Padua, una escena que no se repetía desde hace una década. La lluvia abortó la procesión, dejó colgadas las túnicas verdiblancas de los cofrades de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza pero dio una tregua para la celebración de la del Cristo de la Verdad y laVida por Versalles, novedad de esta Semana Santa de 2016. Los chaparrones abarrotaron las iglesias con motivo de la bendición de las plamas y ramos de olivo y laurel, una escena que el clero echa de menos el resto del año, como recuerda siempre por estas fechas.

En los sermones hubo llamadas a la solidaridad para el pueblo sirio, al que "Europa ha cerrado las puertas". El párroco Ángel Fernández Llano pidió en la bendición de San Antonio de Padua, la más multitudinaria, "por las personas que sufren el destierro, la persecución y el hambre" y se refirió a las "muchedumbres inmensas" que caminan hacia el viejo continente. El sacerdote afeó la postura de la Unión Europea: "En estos tiempos cerramos los brazos a los que más lo necesitan. Por un mundo más humano y más fraterno, le pedimos al Señor mientras bendecimos los ramos", pronunció.