La participación ciudadana será clave en la redacción del plan de movilidad municipal. Así lo asegura el concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga: "No se puede ir a contracorriente. Este plan necesita de un consenso político y ciudadano". Por ello, los técnicos municipales ya han comenzado la redacción del documento y lo primero que están haciendo es analizar pliegos de condiciones de planes de movilidad aprobados últimamente en otras ciudades españolas. "Entre otras cuestiones, queremos ver cómo se articula la participación ciudadana para aplicarlo aquí. Queremos que todo salga bien", afirmó.

El Ayuntamiento contará este año con una partida de 115.000 euros para la elaboración del plan, una iniciativa que el gobierno socialista ya anunció hace dos mandatos, pero que se quedó guardado en un cajón por criterios económicos. La idea es abordar el proyecto en varias fases: la primera será la redacción, la segunda, la puesta en marcha de las acciones concretas.

Los vecinos reivindican que el plan sirva para "repensar" la ciudad y analizar la red viaria atendiendo a cinco niveles de uso: el coche privado, el autobús, el tren, la bicicleta y el peatonal. El objetivo es hacer una ciudad más accesible, con mejores comunicaciones por autobús y bicicleta y aparcamientos disuasorios. "No es un plan para resolver un problema ahora sino una visión de ciudad a medio y largo plazo. Por ese motivo, es necesario que ese proyecto cuente con la unanimidad de todos los partidos ya que no va a ser una cuestión de un solo mandato", aseguró Fernández Huerga.

La plataforma en defensa de los servicios públicos reclamó el año pasado la redacción de un plan de movilidad cuyos objetivos deberían ser, según el colectivo, "incrementar la calidad de vida de las personas, mejorar la inserción social , aportar más seguridad y configurar un modelo de tráfico más eficiente".