La economía social favorece el emprendimiento de las personas más vulnerables. Este es el mensaje que se lanzó ayer en la Escuela de Emprendedoras y Empresarias de Asturias, que acogió una Jornada de Economía y Social de Género en el que varias empresarias del sector expusieron sus experiencias. La economía social agrupa las actividades económicas de iniciativa privada que pretenden beneficiar no sólo a las personas que las ponen en marcha sino a toda la sociedad.

Entre esas mujeres se encuentra Rebeca Pérez, que impulsó en Avilés una tienda de ropa y complementos en forma de sociedad laboral. "Elegimos esta fórmula por sentido igualitario, por primar el interés colectivo. Nuestra idea fue crear un multiespacio y sumamos arte y música. Artistas exponen en la tienda, es nuestro espacio para ayudar. También estamos asociadas con otras autónomas de la zona, ponemos a la venta sus artículos", expuso.

También explicaron sus experiencias Sara Fernández y Elizabeth Pola Palacio, con cooperativas en el Occidente asturiano, que ofrecen atención para personas con problemas de salud mental y ayuda a domicilio, respectivamente. La Escuela acogió a lo largo de toda la jornada conferencias y mesas redondas.