Los niños del colegio Luisa Marillac pudieron ser ayer agentes por un día. Miembros de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón instalaron en el patio del centro una exposición de varias unidades de la Benemérita, que como despedida organizó una exhibición con explosivos para todo el alumnado.

El invitado estrella de la jornada fue "Blue", un juguetón border collie de cuatro años. El agente José Luis Villa, del Servicio Cinológico, fue precavido y acudió al colegio con todo tipo de utensilios para que ningún niño se quedase sin jugar con el animal. Carla García, de seis años, y viendo que "Blue" la ignoraba cada vez que el agente abría la boca -también un poco irritada porque no entiende la razón de que sus padres no le permitan tener mascota-, inquirió: "¿Eres su jefe?". Villa, no obstante, confesó que el experto de cuatro patas suele mandar sobre toda la cuadrilla. El animal, pese a hacer las delicias de los pequeños con sus carreras y saltos incansables, es una pieza imprescindible para la Benemérita. "Es puro nervio, pero también muy listo. Está muy bien entrenado y es un gran perro de rescate. Lo llevamos a rastrear zonas en las que hay algún desaparecido. Es un buen agente", confesó el agente.

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) se ganó también el aplauso por dejar que los pequeños fingiesen jugar al voley con una de sus boyas. El agente Ángel Sampedro les explicó que su unidad era a día de hoy "un grupo muy autónomo y muy bien equipado". Y permitió incluso que un afortunado grupo se subiese a su furgoneta de trabajo. Ésta fue la parada favorita de Daniel García, de ocho años, que considera que sus nociones de buceo le podrán ayudar dentro de unos años a trabajar como "guardia de la mar". Además de los sectores citados, también estuvieron presentes las unidades de Policía Judicial, el Servicio de Protección a la Naturaleza, la Patrulla de Seguridad Ciudadana, Tráfico -que regaló varias boquillas de alcoholímetros- y el Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDEX).