Pese a que ya no quedan bloques "grandes" (40 megawatios/hora) de electricidad remunerada a los que optar en la subasta del servicio de interrumpibilidad (el que retribuye a las grandes industrias por su capacidad y disposición a liberar esa energía en caso de necesidad), Alcoa seguirá hoy por tercer día en la puja con la esperanza de rebañar bloques "pequeños" (5 megawatios/hora), que si bien reportan menos dinero podrían, en función de cuántos consiga, parchear las necesidades del gigante del aluminio y garantizar la competitividad de sus fábricas, una de ellas en Avilés, hasta final de año. La subasta tiene como fecha tope de finalización el viernes.