El reciente rechazo del Ministerio para la Transición Ecológica de las alegaciones que presentó el Puerto de Avilés a los nuevos condicionantes impuestos para dragar en la bocana de la ría ha devuelto la pelota al tejado de la Autoridad Portuaria, cuyo consejo de administración analizó ayer la cuestión y llegó a cinco conclusiones, la más novedosa el convencimiento de que aportar arena a la playa de Salinas como compensación por la que se extrae del lecho de la ría sería una medida "ineficaz" de cara a la deseada regeneración del área playera.

"La declaración de impacto ambiental de los dragados" -sostiene el presidente del Puerto, Santiago Rodríguez Vega- "incurre en falta de proporcionalidad e ineficacia, pues obliga a la Autoridad Portuaria a asumir unos costes de entre 1,2 y 3,8 millones de euros para una compensación de arena de tan solo 48.000 metros cúbicos en cuatros años". Rodríguez Vega añade que ese coste sobrevenido obligaría al Puerto de Avilés a subir las tasas en torno al 7,5 por ciento, comprometiendo su competitividad.

Los consejeros, así mismo, se dieron por enterados de los tráficos del mes de septiembre, que cayeron un 16,67 por ciento en comparación con los registrados hace un año.