Es la hora de comer en un centro de fisioterapia de la calle Francisco Orejas Sierra. Los empleados meten las viandas en el microondas y horror... se desatan las llamas. Apresurados llaman a los servicios de emergencias, que se plantan en Las Meanas con todo el aparataje como para apagar un incendio de dimensiones bíblicas. A saber, dos camiones de bomberos, un coche y dos motos de policía. Pero lo que en un momento de agobio para los empleados de la clínica pareció el fin del mundo -y así se lo hacen saber a los bomberos- resulta no ser más que un leve incidente doméstico. Eso pasó ayer en Las Meanas, al mediodía. Un pequeño incendio en un microondas de una clínica de fisioterapia alarmó a los vecinos del lugar, sobre todo al comprobar el despliegue de los servicios de emergencias. Los agentes apagaron las tenues llamas con un extintor y los bomberos ni siquiera tuvieron que intervenir, aunque por protocolo movilizaron todos los medios que juzgaron oportunos.