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Las vetas de cinc que Azsa abandonó en Cantabria hace dieciséis años recobran valor

Una sociedad busca, con el respaldo del Gobierno regional de Miguel Ángel Revilla, el mineral del que se nutrirá la fundidora de San Juan de Nieva

Las vetas de sulfuro de cinc que abandonó la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) en Cantabria el 3 de junio de 2003 cobran nueva vida. Las empresas Emerita Resources y Aldesa se han unido en una "joint venture" (unión temporal de empresas) llamada Cantábrica de Zinc con el fin de recuperar el negocio minero en la comarca del Bajo Besaya, la de Torrelavega. Todo esto con el aplauso del Gobierno de esa comunidad autónoma, que preside Miguel Ángel Revilla (PRC).

Para echar a andar el proyecto, lo primero que ha hecho la compañía Cantábrica de Zinc ha sido iniciar el pasado día 18 las prospecciones previas para una futura explotación minera en Las Quintas y en Mijares, barrios de la localidad de Yuso, en el municipio de Santillana del Mar, precisamente el lugar en el que Azsa había previsto continuar buscando mineral hace tres lustros. Lo que sucedió entonces fue que abandonó aquella idea a la vista de la caída de la cotización internacional del mineral (este pasado día 21 estaba a 2.800 dólares la tonelada, casi el triple que en 2003).

Según los expertos, el resultado de las prospecciones va a ser positivo, es decir, Cantábrica de Zinc va a encontrar lo que anda buscando: la materia prima de los lingotes de cinc, el producto principal que se fabrica en San Juan de Nieva desde hace más de medio siglo. Debajo de Yuso -a más de 650 metros, concretamente-, hay sulfuro de cinc, sulfuro de galena (materia prima de plomo) y otra serie de áridos de escasa relevancia.

Lo que pasa es que su hallazgo sólo será el primer eslabón de una cadena productiva mayor porque está por ver qué ley presentan los sulfuros encontrados (cuánto material comercial hay por tonelada extraída). Esto es lo que va a marcar la viabilidad del negocio posterior. Por otra parte, según los expertos consultados, la compañía explotadora tiene que estudiar el subsuelo y es que Yuso se encuentra al final de una caída del terreno que comienza en Reocín, unos pocos kilómetros tierra adentro, el lugar en que la Real Compañía Asturiana de Minas (antecedente de Asturiana de Zinc) había abierto su explotación española mucho antes de caer en manos de grupos industriales tan potentes como el de Banesto, Xstrata o, ahora, Glencore (a mediados del siglo XIX). Reocín, además, está completamente inundada y esta circunstancia también es un obstáculo para que la comercialización del mineral que se esconde en las entrañas de Santillana del Mar pueda ser un negocio rentable.

El caso es que, sin embargo, los expertos están convencidos de que si Cantábrica de Zinc comienza a extraer ese mineral de Yuso este terminará en la fundidora que dirige Jaime Arias en Castrillón. Y esta circunstancia sería beneficiosa para Azsa y también para la comarca de Torrelavega, que podría retomar el futuro que la crisis zanjó a comienzos de este siglo.

Cantábrica de Zinc explicó por una nota oficial que sus primeros pasos tienen como fundamento "establecer una estimación de recursos minerales que cumpla con los estándares". La labor, reconoce la unión temporal de empresas, sigue la línea marcada hace tres lustros por Azsa durante las campañas de exploración que se completaron principalmente en los años 80 y 90. Tras ello, ampliarán sus objetivos a la propia mina de Reocín.

"Creemos que este es uno de los campamentos de cinc sin desarrollar más importantes en Europa. Esperamos avanzar en el proyecto ya que esperamos obtener resultados de perforación positivos durante el próximo mes", apunta Joaquín Merino, el presidente de Emerita Resources, una empresa de recursos naturales dedicada a la adquisición, exploración y desarrollo de propiedades minerales con un enfoque principal en la exploración en España y Brasil.

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