Susto ayer en Las Meanas. Un perro aparentemente sin dueño golpeó al intentar jugar a varios niños que paseaban por la zona en lo que parecía una excursión escolar, tirándolos al suelo. Los pequeños no sufrieron ningún daño, y el caso quedó en lo anecdótico. No obstante, algunos de los usuarios del parque decidieron llamar a la Policía Local. Los agentes se personaron allí e identificaron el can, un cachorro de pastor alemán, por su microchip. Tras unos minutos de incertidumbre, en los que parecía que el animal había sido abandonado, apareció su dueño. Se comprobó que tenía los papeles en regla y se le entregó el chucho. No se abrió ningún tipo de expediente sancionador.

El suceso, que tuvo lugar en torno a las 12.40 horas, causó gran revuelo y expectación en la zona. Con la llegada de los agentes fueron muchos los vecinos que hicieron un corrillo alrededor del animal, al que muchos acariciaron e hicieron gracietas. En todo momento, el can, que acabó atado a un banco, mostró una actitud cariñosa y juguetona, sin poner en peligro al resto de usuarios del parque. Desde que se advirtió que parecía que había un animal abandonado hasta que apareció su propietario, pasó más de una hora.

De no haber aparecido el dueño del perro, el Ayuntamiento debería haberse hecho cargo de él. El cuidado de animales errantes es un problema creciente para las administraciones locales del Principado.