Los dos primeros contratos establecidos por la Sociedad Española de Participaciones Industriales Desarrollo Empresarial (Sepides) para el suelo excedente de baterías de coque, en Avilés, se dedicarán al levantamiento de un doble vallado en torno a la zona sur de la coquería y a la seguridad de las instalaciones a una empresa especializada. La sociedad pública se hará cargo la semana próxima de los terrenos y de las instalaciones apagadas de la histórica coquería con el fin de descontaminar el suelo, desmontar las instalaciones y permitir la llegada de nuevas sociedades comerciales a la zona. La empresa Arcelor (en esta y anteriores reencarnaciones) ha hecho uso de este suelo desde mediados de los cincuenta y hasta este octubre último.

La instalación del vallado se está completando con el reforzamiento de los accesos. Arcelor ha contratado a una empresa de seguridad con un fin doble: alejar la rapiña -común en los últimos meses en todas las instalaciones fabriles- y, sobremanera, evitar accidentes de intrusos (el suelo está contaminado, existen depósitos de productos tóxicos que tienen que ser descontaminados en un proceso que es previsible que se alargue muchos meses). O sea, la seguridad contratada es, sobre todo, disuasoria y cuenta con más de una decena de trabajadores.

Previamente a la clausura de Baterías, los agentes de seguridad que protegían las instalaciones lo hacían de acuerdo a un contrato mayor (que incluía todos los talleres de la fábrica y al que estaban adscritos cerca de un centenar de trabajadores). Con el plan del cierre de la destilería de carbón, Arcelor contrató seguridad específica que suponía un incremento de personas y de medidas anexas, sobremanera, drones. Los números de la multinacional (13) son los que repetirá Sepides, según ha sabido este periódico, que se hará cargo de la vigilancia el día 16 de enero. La idea es mantener las patrullas continuas por todo el terreno vallado e reforzarlas con los elementos volantes que evitan las intrusiones. El resultado de esta medida ha sido óptimo, a juicio de los trabajadores. No ha habido robos de material para chatarra. Lo que sí que ha habido es presencia constante de vigilantes que "estudian los posibles puntos vulnerables". Sepides planea mantener la presencia de vigilancia profesional al menos dos años más.

Arcelor ha reducido a media docena de personas su presencia en unas instalaciones que hasta hace nada habían dado trabajo a alrededor de un millar de personas.

Se da la circunstancia de que en Arcelor actualmente no se está produciendo coque (la coquería de Gijón iba a abrir en a mediados de noviembre, luego a finales de diciembre y ahora no hay fecha anunciada). La previsión es volver a arrancar un horno alto el día 9, que funciona con coque, que será de importación.