Los surfistas dieron la voz de alarma, lo certificaron los nadadores experimentados y lo confirmó ayer el jefe de Salvamento de Castrillón, Ignacio Flórez: "En lo que era la zona habitual de baños de la playa de Salinas, más o menos en el centro del arenal, hay este año una corriente nueva bastante importante".
Esta "corrientona" ha dado en los últimos días más de un susto a algún que otro bañista, según testigos . "Tenemos constancia de algún incidente así que advertimos de que estos días hay que extremar la precaución más que nunca al no haber servicio de vigilancia en la playa", apunta Flórez, quien avanza que la intención del gobierno local es estrenar el servicio la próxima semana, previsiblemente el martes. Hasta entonces, a juicio del coordinador de Salvamento, lo más coherente sería evitar los baños por seguridad. "Y si alguien entra en el agua, lo fundamental es extremar las precauciones: bañarse en las zonas donde rompan las olas (donde no rompen es señal de que existen pozos y corrientes) y meterse hasta la cintura como mucho", subraya. Si hay problemas, agrega: "El que está fuera debe llamar al 112 y dar indicaciones lo más claras que pueda. El nadador debe intentar mantener la calma y, si tiene buena capacidad física, intentar nadar en paralelo para salir de las corrientes".
Que la gran "corrientona" se haya colocado en lo que habitualmente era la zona señalizada de baños en la playa de Salinas preocupa a Ignacio Flórez: "Se ha dado la circunstancia de que esta situación de desconfinamiento ha coincidido con días espectaculares de sol y calor. Las playas se han llenado como si fuera agosto sin haber servicio de salvamento y los bañistas deben ser conscientes de que deben extremar todas las medidas de precaución".
Flórez recomienda también el uso de las mascarilla en el arenal "siempre y cuando no se pueda respetar la distancia mínima de seguridad". "Estamos en una situación de pandemia y las recomendación de distancia social también se deben cumplir en la playa", dice el coordinador de Salvamento, que este año se enfrenta a uno de los veranos más "complicados" de su carrera profesional.
Una vez que abran los puestos de salvamento -previsiblemente el martes-, los socorristas trabajarán con pantallas protectoras, mascarillas, geles hidroalcohólicos, guantes, gafas... Las personas que reciban atención también deberán cumplir un protocolo bien definido como, por ejemplo, lavarse las manos antes y después de contactar con los socorristas en las casetas de salvamento o ponerse mascarilla mientras le practican una cura. "Tenemos todas las medidas de autoprotección necesarias, similares a las de un profesional sanitario, pero eso no quita que el verano se presente difícil", concluye el coordinador de Salvamento de Castrillón.
