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Decepción avilesina por el descarte de la Quinta Pedregal como Museo de la Memoria

La Plataforma de los Servicios Públicos asegura que “no le consta” la decisión del Principado, y Famyr critica la opción de la cárcel de Oviedo

Un acto del colectivo “La Trókola” en abril de 2016 ante el monolito de la Quinta Pedregal. | R. S.

La Quinta Pedregal no será el futuro Museo de la Memoria Democrática de Asturias por ser propiedad privada. Esa razón parece ser suficiente para que la administración regional se decante, como ayer informó LA NUEVA ESPAÑA, por la antigua cárcel de Oviedo para albergar un centro museístico, como fija la ley de Memoria de 2019. La Plataforma por los Servicios Públicos de Avilés y comarca es una de las mayores defensoras del proyecto de Pedregal y su portavoz, Pablo González Castañón, destacó que a su colectivo no le consta oficialmente que se haya descartado la opción de la finca ubicada en la calle José Manuel Pedregal. “Nosotros seguiremos con nuestra hoja de ruta, presentando propuestas en los ayuntamientos de la comarca”. señaló el portavoz de la Plataforma. El resto de colectivos lamentan la decisión.

La Federación Asturiana Memoria y República (Famyr), que también defendía el Museo de la Memoria en la Quinta Pedregal lamenta su descarte “porque ese inmueble fue un lugar de tortura y exterminio de muchos luchadores por la libertad, convirtiéndose en una casa de los horrores cuya sombra llega hasta nuestros días; por eso es tan importante resignificar ese espacio”. En Famyr entienden que la cárcel de Oviedo “ya está suficientemente resignificada” y prefieren que el Museo de la Memoria sea trasladado a la Laboral de Gijón “por la imperiosa necesidad de resignificar ese espacio, además de por ser público y por tener espacio para albergar no solo el museo, si no también las sedes del Instituto y el Consejo de Memoria”.

“Fue un lugar de tortura y exterminio de muchos luchadores por la libertad, convirtiéndose en una casa de los horrores cuya sombra llega hasta nuestros días; por eso es tan importante resignificar ese espacio”

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El historiador Pablo Menéndez Corral, que editó un libro precisamente titulado “Memoria y olvido en la Quinta Pedregal” es claro a la hora de solicitar un reconocimiento para “ese espacio de torturas” y carga contra la política regional vinculada a la Memoria: “La Quinta Pedregal debería ser parte del patrimonio de la memoria democrática de Asturias, no sé si como museo o como espacio de memoria, lo que está claro es que la política de recuperación de memoria en Asturias ha sido un fracaso, más de 14 años después de la publicación de la ley y Asturias va muy por detrás en lo que era mas importante de todo este proceso: recuperar las fosas comunes y reparar a las víctimas. Muchos monolitos, museos y jardines, pero los hijos de los desaparecidos se han muerto sin saber donde están enterrados sus padres”.

Así las cosas, Avilés se quedará sin su Museo de la Memoria Democrática en un espacio que fue ocupado en 1936 por las juventudes anarquistas siendo casa de refugiados para después ser la sede de Falange Española, cuartel de la Guardia Civil y centro de torturas documentadas de buena parte de los comunistas, socialistas, anarquistas y republicanos de la comarca avilesina durante la posguerra en Asturias.

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