Avilés carece de una ordenanza expresa para la regulación del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. La pandemia y las restricciones de horarios en los locales han hecho aflorar un nuevo auge de las reuniones masivas de jóvenes, sobre todo, en el entorno del parque del Carbayedo y esa cuestión preocupa a los grupos de la oposición. Algunos como el PP y Vox están dispuestos a abrir el melón y propiciar el debate para que la tercera ciudad asturiana cuente con una normativa capaz de regular la práctica del botellón, con su consiguiente expendiente sancionador. Sin embargo, Ciudadanos y Cambia Avilés no estarían dispuestos a dar ese paso. Mientras los primeros apelan al civismo, los segundo indican que el botellón es “un problema coyuntural y no estructural” en Avilés. Entre tanto, los hosteleros reclaman más flexibilidad horaria para intentar hacer frente a las reuniones masivas de jóvenes, entre las que, dicen, hay participación de menores de edad.
La portavoz del PP, Esther Llamazares, entiende que el “gran problema” del botellón en la actualidad está directamente relacionados con las “enormes restricciones que viene sufriendo el sector del ocio nocturno desde hace más de un año”. “Es cierto que es necesario abordar ese asunto y regularlo, de hecho, nuestra concejala Estefanía Rodríguez, lleva un tiempo trabajando en ello desde el área de Juventud y presentaremos próximamente una propuesta para su regulación”, indicó la portavoz de los populares avilesinos. Arancha Martínez, su homóloga de Vox, mantiene una opinión similar al resto: “Ya alertamos hace tiempo de la práctica del botellón como algo habitual en los parques y otros espacios abiertos de la ciudad”. Según expuso la portavoz de Vox, la solución al botellón pasa por aprobar una ordenanza o bien la inclusión de un artículo referente al consumo de alcohol en la vía pública en otra ya existente. “El botellón es un fenómeno que se ha agudizado por la absurda rigidez de los horarios en hostelería, donde si se controla el consumo de alcohol de una forma segura”, manifestó.
El concejal de Ciudadanos, José Luis Ferrera, entiende que el mayor problema del botellón no son las concentraciones de gente bebiendo en la calle, que durante la pandemia es un problema añadido, “sino las grandes cantidades de basura que dejan después”. “Eso es un problema de educación, a lo mejor una solución estaría en hacer campañas de concienciación desde las propias familias y apoyadas en campañas de publicidad e incluso a pie de botellón”, apuntó el concejal de la formación naranja, quien consideró, además, que la aplicación de una ordenanza a tal efecto “podría estar bien, pero serviría para multar y no para solucionar el problema que genera el botellón, especialmente, lo que a la gran cantidad de residuos y basuras generan, quizás lo más molesto de estas concentraciones”. José Luis Ferrera indicó además que la práctica del botellón, como se ha comprobado este verano, afecta a casi todos los pueblos y ciudades del país, especialmente a localidades con playa.
Tania González, portavoz de Cambia Avilés, entiende que los botellones “se deben a una situación coyuntural” y están relacionados con las restricciones de horarios del ocio nocturno por la pandemia: “A medida que se vayan levantando esas restricciones, se irá, seguramente, normalizando esa situación”. La portavoz de la confluencia remarcó además que las “ordenanzas atienden a problemas estructurales, a situaciones estables en el tiempo”. Por esa razón, González no ve necesaria una ordenanza específica para el botellón teniendo en cuenta además que el Ayuntamiento de Avilés dispone de normas “como la de ruidos que regula situaciones que pueden generar malestar entre los vecinos”. “Se trata de que se cumplan esas normas y de garantizar que las conductas que se dan en el ocio nocturno, botellones y otros espacios sean conductas cívicas”, concluyó la portavoz de Cambia Avilés.
