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Los 60 jueces de paz asturianos, en alerta por la reforma judicial: “Nos van a cesar”

El plan de modernización que presentó en Avilés la ministra Llop supone la transformación de estos juzgados en oficinas municipales

Manuel Ángel López (a la izquierda) conversa con la ministra Pilar Llop, ante el Juzgado de paz de Castrillón. Ricardo Solís

Los jueces de paz asturianos están en alerta por el proceso de modernización del sistema judicial español que presentó el pasado 24 de septiembre en Avilés la ministra Pilar Llop. El plan Justicia 2030, sostiene el colectivo, supondrá la desaparición de los juzgados de paz y la extinción de quienes los atienden, los jueces de paz. “Cuando empiecen a funcionar los tribunales de instancia, automáticamente cesarán los jueces de paz del partido judicial. No va a haber ese referente en el pueblo al que acudir para solucionar los litigios de poca entidad. Ese hombre bueno del que ya hablaba la Constitución de Cádiz va a desaparecer si nadie lo remedia”, advierte el portavoz de los jueces de paz asturianos, Manuel Ángel López.

Los juzgados de paz se encuentran en los municipios donde no existen juzgados de primera instancia e instrucción. En España existen en la actualidad unos 7.600. En Asturias hay 60 juzgados dependientes de 18 de cabeceras de partido, cada uno con su correspondiente juez lego (personas que no pertenecen a la carrera judicial y que resuelve conflictos de menor entidad).

En la comarca avilesina hay cuatro: en Gozón, Corvera, Illas y Castrillón. Gestiona este último Manuel Ángel López, presidente desde 2006 de la Asociación de Jueces de Paz del Principado de Asturias (Ajuppas) y vocal de la Federación Española de Asociaciones de Justicia de Paz. “Con la nueva ley, que está en trámites parlamentarios y que vino a presentar la Ministra a Avilés, se pretende dar por finiquitados los juzgados de paz, que van a quedar para dar unos servicios mínimos al ciudadano”, incide López.

La reforma en cuestión busca una organización más eficiente de la justicia e incluye la instauración de los tribunales de instancia. “En España hay 431 partidos judiciales y se pretende que haya solo un tribunal de instancia por partido judicial. Por ejemplo, ahora en Avilés hay siete juzgados unipersonales. Quedaría un solo tribunal de instancia con sus secciones correspondientes: de penal, de civil, etcétera. En cuanto empiecen a funcionar estos juzgados de instancia, automáticamente cesarían los jueces de paz del partido judicial”, explica el juez de paz de Castrillón.

Esos tradicionales juzgados de paz, a los que se viene despojando de funciones desde hace años, se transformarán en oficinas municipales de justicia. “Estarán desjudicializadas, es decir, no tendrán jurisdicción penal ni civil, no va a haber juez de paz, por lo que solo habrá funcionarios que tramitarán ciertos asuntos, como actos de comunicación de los juzgados o de auxilio judicial. La cuestión no es tanto que estas dependencias vayan a cambiar de juzgados de paz a oficinas de justicia municipales, sino un asunto de filosofía del derecho y de forma de entender la justicia. En los demás países de Europa se está potenciando la justicia de paz, se amplían competencias, las cuantías sobre las que podemos resolver... Aquí, en España, venimos viviendo una paulatina eliminación de competencias que nos fue dejando sin ellas llegando a la orilla casi muertos, extenuados. Y ahora nos acaban de decir que ya no tenemos competencias y que nos van a eliminar”, protesta el portavoz de los jueces de paz asturianos.

El plan del Gobierno de Pedro Sánchez pasa porque este nuevo sistema comience a funcionar en el último trimestre del próximo año e ir desplegándolo hasta completar el proceso en tres años. Cuando ese despliegue vaya llegando a los partidos judiciales asturianos, los jueces legos que dependen de ellos irán cesando. Los afectados, no obstante, creen que no será tarea sencilla y ponen como ejemplo la aplicación de la Ley del Registro Civil, que se aprobó en 2011 y se ha empezado a aplicar este 2021, diez años después. “Esa reforma está empezando ahora a funcionar, aunque todavía con sus carencias y limitaciones”, sostiene el castrillonense.

Los jueces de paz piden ser escuchados. El de Castrillón trasladó su preocupación por el futuro del colectivo a la Ministra Llop en la reciente inauguración de las renovadas instalaciones de Piedras Blancas. La reunión que le pidió sigue sin producirse.

“El cese planeado para los jueces de paz es una forma indigna de liquidar una figura con casi 200 años de historia; un final que no merecemos los jueces de paz españoles. Necesitamos hablar sobre el futuro de los jueces de paz porque creemos que tenemos un papel en ese horizonte Justicia 2030. Somos aún el eslabón básico de la pirámide judicial y prescindir de los jueces de paz sería desconocer la realidad demográfica, social y rural de nuestro país. Somos la representación judicial allí donde nadie llega, el vínculo y la conexión de la España vaciada con el Estado”, escribió recientemente Manuel Ángel López a la ministra de la que depende la reforma judicial en marcha.

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