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Avilés se rinde a la poesía del jazz

El Festival “Fifty-Fifty” arranca con sendos espectáculos que aunaron versos y música con guiños a las creaciones asturianas

Dos de los músicos durante el recital en Factoría Cultural, anoche.

Del confinamiento al estudio de grabación y de allí al escenario. Los poemas musicados, o la poesía del jazz que vio la luz anoche en Avilés con motivo de la sesión inaugural del festival coordinado por la Asociación Cultural Fifty-Fifty pusieron en evidencia que las creaciones surgidas en plena pandemia nada tienen que envidiar a los espectáculos que se hacían antes del covid. Lo sabe bien el profesor Yvan Corbat y el grupo de amigos apasionados por la cultura que han puesto en marcha el Festival “Fifty-Fifty”, algo así como un menú compuesto de los platos fundamentales del panorama jazzístico y poético español e internacional, sin olvidar los guiños a la creación asturiana. Para muestra, un botón. Anoche sobre el escenario de la Factoría Cultural –previo cambio del original emplazamiento en el Palacio Valdés– los asistentes pudieron disfrutar de una sesión de poesía, técnica, improvisación y la libertad que aporta la experiencia de músicos como Eladio Díaz, Carlos Pizarro, Jacobo de Miguel, Fernando Arias, Ana Pérez, Horacio García y Manu Molina.

Un momento del concierto inaugural “Jazz made in Asturiazz”. | Ricardo Solís

Abrió fuego Fernando Arias con sus “Mañanas de noviembre” y “Como el gato y el ratón”, una composición que visibilizaba el necesario diálogo entre el piano y el vibráfono. Otra novedad del espectáculo titulado “Jazz made in Asturiazz” era la presencia de seis músicos sobre la tarima frente al cuarteto que acostumbra en el jazz. A Fernando Arias le siguió Carlos Pizarro y sus “Hipo, hipo” y “Cansina”, dos piezas inspiradas en su reciente paternidad. Jacobo de Miguel, por su parte, planteó un juego entre la máquina y el hombre, con solos de poesía, los primeros de la noche, y ese desbordante genio que le acompaña cuando transforma escenas de la vida cotidiana en piezas musicadas. El “Desencanto” y “Deshumanización” de Eladio Díaz dieron paso un momento donde se impuso la electrónica para recuperar el símil de las máquinas que cobran vida en algún momento. Cuando Jacobo de Miguel cerró con “Y si un dios”, recitando, cantando, tocando... la fiesta ya empezaba a animarse y el público le acompañó con coros y palmas. Contenidos, pero con el ánimo de venirse arriba.

El festival “Fifty-Fifty” continúa hoy con una clase magistral de jazz cubano con Alexey León en el Conservatorio Julián Orbón, a las cinco de la tarde. Le seguirá, a las 20.00 horas, en el Teatro Palacio Valdés, el recital “Prado con Pardo”, de jazz-flamenco con versos de Benjamín Prado que homenajea y reinterpreta la poesía musical creada, interpretada e improvisada por Jorge Pardo y sus músicos. A las 22.00 horas cerrará la segunda jornada, en Factoría Cultural, “Aladés”, un concierto de Alba Careta Group que atiende al recopilatorio de las últimas composiciones de la trompetista inspiradas en las vivencias de sus años en Holanda.

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