Los trabajadores de la industria auxiliar anuncian un “invierno caliente” en el sector por “un convenio adecuado” que no es el que la patronal –Femetal– ha propuesto. Los empresarios preconizan una subida salarial que los delegados sindicales mayoritarios –CC OO de Industria y FICA-UGT– consideran que no alcanza “ni siquiera” el coste de la vida previsto.
La parte empresarial –sujeta actualmente a la reorganización del sector por parte de Arcelor, su principal cliente– propuso en la última reunión de la mesa negociadora un convenio colectivo a tres años con una subida de los salarios de un cinco por ciento repartido de la siguiente manera: en 2021 (0,5%); 2022 (1,5 %) y 2023 (3%).
Los negociadores de la parte social rechazan esta propuesta, pero rechazan con mayor fortaleza el hecho de que la parte empresarial sólo acepte revisar las subidas al término del período de vigencia del convenio que proponen, o sea, que los incrementos (y los retrasos) quedarían para el ejercicio de 2024. A esto los representantes sindicales lo llaman “ocurrencia”.
Los delegados sindicales se reunieron ayer en asamblea para poner en común la oferta presentada por la parte sindical. El rechazo a esta plataforma es tan unánime que esta mañana los secretarios generales de las dos federaciones mayoritarias anunciarán un calendario de movilizaciones que se desarrollará en las próximas semanas.
El de la industria auxiliar es uno de los sectores de la economía asturiana más importante. Se construye en torno a las compañías que atienden las reclamaciones de servicios externos de, principalmente, la empresa Arcelor (en su tiempo también Alcoa).
