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Compran el edificio del Café Colón para reabrirlo como apartamentos turísticos

Tras la inversión, que ronda los tres millones, se encuentra el empresario asturmexicano Marcelino Álvarez y una inmobiliaria local

El edificio del Café Colón, en la confluencia de las calles Pedro Menéndez y La Muralla. MARA VILLAMUZA

Nueva vida para el Café Colón de Avilés. Un empresario asturmexicano ha adquirido junto a una sociedad inmobiliaria local el edificio centenario situado en la plaza de Pedro Menéndez para reabrirlo como apartamentos turísticos. Se trata de Marcelino Álvarez González, natural de Avilés y residente en México desde hace más de cuatro décadas, donde desarrolla una amplia actividad en el mundo empresarial.

El edificio, en estado ruinoso desde hace varios años, se transformará en un alojamiento turístico de corta y media estancia que será gestionado por la sociedad Room Habitat, marca vinculada a la sociedad Hotel Palacio de Ferrera (Melia Palacio de Avilés). Como informó este periódico, la sociedad ha impulsado en Avilés una nueva oferta turística: apartamentos destinados al alquiler de corta y media estancia enfocados a una clientela en alza, profesionales que pasan temporadas desarrollando proyectos laborales en empresas avilesinas. Ese mismo modelo, que incluye servicio de hotel, es que el que se pretende desarrollar en el Café Colón.

Habrá que esperar un mínimo de dos años para comenzar a ver movimiento de obra en el emblemático edificio, según las estimaciones de los inversores. El inmueble, incluido en el catalogo de Avilés como “bien de interés cultural”, tendrá un largo proceso de tramitación urbanística de al menos 18 meses antes de proceder a su rehabilitación, cuyo desarrollo correrá a cargo de una sociedad inmobiliaria que dispone de amplia experiencia en la puesta en valor de edificios de similares características en la ciudad.

Ambiente en el Café Colón, en su época de esplendor. Museo de la Historia Urbana de Avilés

El edificio se distribuye en sótano, planta baja, y cuatro plantas superiores con unas dimensiones de 2.036 metros cuadrados. La planta baja y entreplanta albergó durante varios años el mítico café Colón y desde la propiedad no descartan que vuelva a tener un destino para ocio y hostelería, devolviéndole así parte de su uso original.

El proyecto de inversión para acometer la rehabilitación y puesta en marcha de la actividad empresarial está presupuestado inicialmente en tres millones de euros y “la previsión” por parte de la nueva propiedad “es iniciar en breve plazo las gestiones urbanísticas para la puesta en valor del la inversión”.

El despacho de arquitectura Cuenca Arquitectos será el encargado de la redacción del proyecto. La elección responde a su amplia experiencia en recuperación de edificios históricos de la región. En Avilés, participaron en la rehabilitación del Palacio de Ferrera, la capilla de Los Alas y en la construcción del Museo de la Historia Urbana, entre otros proyectos.

Fue a finales del siglo XIX (allá por 1890) cuando se fundó el Gran Café Colón, prototipo de los grandes cafés de planta y piso, de madera y con limpiabotas en la puerta. Fue el mayor salón de Avilés, dicen que el más importante de la villa, y en esos orígenes las tertulias y las partidas de dominó, de ajedrez y cartas llenaban sus mesas. Hasta se proyectaron en él películas de cine mudo y se hacía tueste de café a diario.

Fue en 1905 cuando el Colón añadió una terraza voladiza, la que desde hace tiempo está protegido por una valla; un escaparate con vistas privilegiadas a La Muralla y la Cuesta de la Molinera, al parque del Muelle y la plaza de Pedro Menéndez que recuerda a los edificios del casco histórico de Nueva Orleans.

Imagen histórica del Café Colón MHUA

El Colón dejó de ser el gran cafetón de Avilés antes de finalizar el pasado siglo y aunque su fachada exterior apenas ha sufrido modificaciones, el interior ya no es lo que era. En su planta superior acogió un salón de baile en la década da 1950, posteriormente fue convertido en heladería, e incluso llegó a albergar, en los años 70, una sala de juegos, ilegal, que con la llegada de la democracia se convirtió en bingo.

Son muchos los avilesinos que al pasar junto al edificio centenario rememoran aquellos bailes de juventud y lamentan el deterioro de un café que parecía un palacio, aquel en el que los avilesinos emigrados de Cuba, que venían a la villa de mayo a noviembre, llenaban su terraza. El edificio pasó por muchas manos y su última inquilina fue la Clínica Rozona, cuyo cartel sigue colgado en la primera planta.

Al edificio del Café Colón, que acabó en manos del “banco malo” y que Solvia sacó a la venta hace algo más de un lustro, le espera ahora una nueva vida, también vinculada al ocio y el esparcimiento, pero del siglo XXI. Está llamado a acoger apartamentos turísticos con servicio de hotel y sobre la mesa está también la posibilidad de devolver el uso hostelero a la planta baja y la entre planta, donde se encuentra su espectacular terraza. El del Colón es de los pocos edificios céntricos e históricos que quedan por recuperar en la ciudad.

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