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El hijo y la nuera de Johnny Cash cantan en familia en Salinas

John Carter Cash, de visita familiar en Asturias, improvisa un concierto con una guitarra prestada y el micrófono de un bingo doméstico

John Carter Cash y la pequeña Grace Cash, durante la actuación que improvisaron en el Náutico de Salinas. | M. Egocheaga

Sobremesa en el Club Náutico de Salinas. En unas mesas se charla y ante la televisión de arremolinan los aficionados al fútbol para ver el partido Real Madrid-Gerona. Un grupo está especialmente activo, el formado por una familia reunida con motivo de la visita a la tierra de sus ancestros de Ana Cristina Cash (Álvarez de soltera), nacida en Miami con sangre asturiana en sus venas. La nieta de Melania Menéndez, de Avilés, y de Rafael Fernández, de Trasona, está acompañada de su marido, John Carter Cash, y de la hija de ambos, Grace.

Como cualquier entendido en música habrá captado, el apellido Cash remite a una de las leyendas de la música country estadounidense, el difunto Johnny Cash. Su hijo se ha dedicado a la misma profesión, al igual que su nuera, la descendiente de asturianos. Y la pequeña de la casa, Grace, apunta maneras. Con tanto talento reunido en la comida familiar, era inevitable que los Cash cantasen para amenizar la velada. Y así ocurrió para sorpresa del resto del auditorio, ignorante en su mayoría de la talla artística de quienes cantaban: John y Ana Cristina, juntos o por separado, tienen una sólida carrera en Estados Unidos y ella, por ejemplo, tuvo el honor de ser la primera hispana que cantó el himno nacional en la toma de posesión de una presidente, la de George W. Bush.

Lo anecdótico del "concierto" fue que, carentes de instrumentos y ayudas técnicas, a John Carter Cash tuvieron que dejarle una guitarra. El empresario y también músico José Luis Vigil le ofreció tres a escoger: una clásica española, una americana "de culto" marca Oblation y una sencilla (y barata) guitarra acústica. Sorprendentemente, Cash hijo eligió la última. Para amplificar la voz, el cantante rechazó un equipo profesional y se conformó con un modesto micrófono doméstico que suele ser usado en el Náutico para cantar los números del bingo.

Oídos acostumbrados a la buena música identificaron, entre otros temas cantados, una versión de la mítica "Folsom Prison Blues". Ana Cristina y Grace no dudaron en sumarse a la improvisada fiesta musical para disfrute de los espectadores. De todos excepto algunos que se quejaron de que con "ese ruido" no se escuchaba bien al comentarista del partido de fútbol. Ya se sabe: de siempre los músicos han sido unos incomprendidos.

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