La espera finaliza: ya hay acuerdo en los términos de la cesión al Ayuntamiento de Avilés de uno de los dos gasómetros de baterías de coque que queda en pie (el tercero se desmanteló en la primera oleada de derribos de instalaciones siderúrgicas en la antigua cabecera avilesina de Ensidesa). El portavoz del gobierno avilesino, Manuel Campa, aseguró a este diario que ayer mismo "se ataron todos los flecos de la operación". La contraparte, la agencia estatal Sepides, la dueña del terreno y las instalaciones de las baterías de coque, confirmó ese extremo: "Hay acuerdo".
Según la previsión de Campa, "ahora deben redactarse los informes técnico y jurídico y añadirlos al expediente para su paso el Pleno y posterior firma del convenio". El edil socialista estima que "en pocos días" se podrá dar a conocer el texto definitivo del convenio, que como ha venido adelantando este diario prevé que el uso y el mantenimiento del depósito pasará a ser responsabilidad del Ayuntamiento de Avilés.
En principio no será necesario descontaminar ese espacio, lo cual abarata y simplifica la reutilización del gasómetro, si bien el PSOE es partidario de decidir el uso de la icónica pieza en el próximo mandato. La limpieza interior del gasómetro costará 160.000 euros más IVA, una suma a la que habrá que sumar el coste del mantenimiento anual de la estructura, que deberá ser pintada cada diez años. El desbloqueo del convenio del gasómetro permite, a su vez, avanzar en la modificación urbanística del área de Baterías.
