Toda una vida tras la barra: el avilesino Jesús Camero cambia la sidrería por el gimnasio

El camarero se jubila después de cincuenta años trabajando en locales hosteleros de la comarca; el último, el Yumay, donde hoy recibe un homenaje

Jesús Camero delante del polideportivo del Quirinal. | María Fuentes

Jesús Camero delante del polideportivo del Quirinal. | María Fuentes / I. Montes

Jesús Antonio Camero Fernández ha cambiado la barra del bar por la del gimnasio. Tras 50 años atendiendo a los avilesinos en los establecimientos de hostelería en los que trabajó (los últimos seis años en el Yumay) ahora, a punto de cumplir 65 años, ha decidido jubilarse.

"Comencé a trabajar con 14 años como repartidor en una tienda de ultramarinos de Avilés, allí estuve un año y luego ya entré en la hostelería y hasta ahora", asegura Jesús Camero, nacido en Miranda y que pasó por varios locales de hostelería ya legendarios, de la comarca de Avilés. También fue propietario de una pulpería durante muchos años en la calle La Estación.

"Con 14 años era un mal estudiante y después del verano de 1973 como no quería ir al instituto empecé a trabajar en una tienda de Las Meanas. Además, éramos muchos en casa y así ayudaba", recuerda. "Viví en La Carriona y me casé en Avilés, donde vivo, en la zona del Quirinal. Tengo una hija de 28 años", resume a la periodista sobre su trayectoria vital.

El primer contacto con la hostelería, con 15 años de edad, fue en el bar Correo de la entonces calle Pinar del Río (hoy La Ferrería), al que llegó sin ninguna experiencia. "Ganaba el doble que en la tienda", comenta a modo de anécdota. A los pocos meses fue reclamado por Casa Campanal y se fue para Luanco.

"Vino un pescadero al bar Correo y me preguntó si me interesaba ir a trabajar a Casa Campanal y al día siguiente para Luanco. Allí aprendí el oficio, estuve tres años y medio hasta que marché a la mili. Aprendí a echar sidra, a servir bodas, de todo. Después, en Casa Paco, Casa Lin, El Gallo la Quintana y otros locales de hostelería siempre de Avilés. En definitiva, estuve en los mejores restaurantes de la comarca. En todos tuve muy buenos maestros", asegura agradecido de las experiencias vividas en estos años.

Jesús Camero se estableció por su cuenta en la pulpería de la calle La Estación que regentó durante un período de quince años. "Después, tras trabajar en Casa Lin cogí dos años sabáticos. Luego volví al sector y los últimos seis años estuve en el Yumay. Ahora, por fin me decidí a jubilarme", relata, que además de dedicarse a la familia, también ha descubierto el deporte.

"Ahora empecé a ir al gimnasio, por primera vez en mi vida", precisa, "mis hermanas me regalaron la inscripción y ahí voy todas las tardes. Me gusta aunque ya estaba acostumbrado a hacer muchos kilómetros diarios detrás de la barra, esto es diferente. Me jubilé porque creo que ya es hora de que descanse". Dedicar más horas a la familia y el gimnasio le ocupan su día a día. "También camino bastante sobre todo por el paseo de la Ría", cuenta sobre esta etapa.

Este viernes la entidad Gastrónomos del Yumay nombrará a Jesús Camero "Camarero perpetuo" de honor. El nombramiento tendrá lugar en el transcurso de una espicha que se celebrará en el establecimiento hostelero de Villalegre.

Suscríbete para seguir leyendo