Afectados por el plan de la muralla ven "ideal" la compra negociada de solares

Los particulares que presentaron alegaciones al plan especial de La Muralla-Las Alas, el que incluye en una primera fase la recuperación de un tramo de la fortificación medieval, ven "ideal" la última propuesta planteada por el Ayuntamiento para buscar una solución negociada a sus quejas, y que pasa por la compra directa de los solares afectados.

El principal escollo está en los edificios situados entre los números 40 y 48 de la calle La Muralla, que habrá de derribar para descubrir el sector nordeste del recinto amurallado.

El abogado gijonés Miguel Guisasola, que representa a los particulares afectados, no está de acuerdo con el sistema urbanístico de cooperación: "A estos señores [por sus clientes] les toca un tanto por ciento pequeño de un solar en proindiviso, no es una situación deseable". Bien recibida ha sido la propuesta municipal de "compra amistosa". "Estamos ultimando las valoraciones para presentarlas al Ayuntamiento para que decida si acepta la adquisición. Es lo ideal para todos. El trato está siendo bueno y muy cordial", señaló el letrado.

Fue en el Pleno del Ayuntamiento de Avilés de febrero cuando trascendió el nuevo planteamiento del Consistorio de comprar los solares de los edificios afectados por el Plan de la muralla, concretamente los que será necesario demoler para recuperar el tramo fortificado que se oculta tras las edificaciones en la conexión entre la calle La Muralla y la del Muelle. Es una de las opciones que se está planteando a los propietarios que presentaron alegaciones al proyecto urbanístico en la fase de información pública del plan especial. El gobierno local quiere avanzar en la recuperación de la muralla y confía en llegar a un acuerdo con los afectados para no acabar en los tribunales.

Estas explicaciones las ofreció en aquella sesión plenaria el concejal de Diseño Urbano, Manuel Campa, en respuesta a una interpelación del grupo municipal Cambia Avilés (CA), que viene manifestando su preocupación por la falta de avances en el Plan de la muralla (hubo que sacar de nuevo a información pública el plan al no haberse incluido la primera vez el estudio arqueológico de la zona) y por si las diferencias con los propietarios afectados pueden acabar en los tribunales, ralentizando la operación.

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