Estos son los barrios afectados por el problema del agua con olor a gasoil en Avilés

El abastecimiento temporal con agua de Cadasa en tanto se aclara lo ocurrido afecta al 60 por ciento de la población, en su mayoría residente en el centro, en el sector denominado La Lleda

Un padre ayuda a su hijo a lavarse las manos en la fuente de la calle La Fruta.

Un padre ayuda a su hijo a lavarse las manos en la fuente de la calle La Fruta. / Ricardo Solís

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Solo uno de los cuatro sistemas de abastecimiento de agua que proporcionan agua potable a las viviendas, comercios e industrias avilesinas se ve afectado por el problema del que han advertido una treintena de vecinos, que alertaron desde el lunes sobre olor o sabor a gasoil del agua del grifo. El sistema donde los técnicos han constreñido el problema y en el que se centra la investigación para localizar el origen del presunto foco contaminante es el de La Lleda, el más importante de los cuatro pues abastece aproximadamente al 60 por ciento de la población avilesina y a la mayor parte de las áreas pobladas, en especial la zona centro de la ciudad y dentro de la misma, Las Meanas y las calles limítrofes, que es donde más llamadas de vecinos se ha producido alertando del olor y sabor "extraños" del agua.

Los otros tres sistemas hídricos que funcionan en Avilés y que no están afectados por la crisis del olor y sabor a hidrocarburo en el agua del grifo son el de La Fervencia (que abastece al barrio de La Carriona y zonas aledañas), el de La Luz y parte de Villalegre (que se abastece con agua de Cadasa) y el sistema de Villa (que abastece a los barrios de Miranda y San Cristobal).

En todo caso y mientras prosiguen los trabajos para localizar el origen del olor a hidrocarburo, la autoridad municipal y la empresa adjudicataria garantizan la calidad del agua potable y su total salubridad. Esta seguridad viene, además, avalada por el cambio realizado en la fuente de aprovisionamiento del sistema hídrico de La Lleda, el afectado por la detección de olor a hidrocarburo. Ese cambio se hizo por cautela y ha consistido en dejar de usar el agua proveniente del canal del río Narcea y sustituirla por agua de la red de Cadasa.

Además del cambio de fuente de aprovisionamiento, Aguas de Avilés ha purgado repetidamente las tuberías en la zona de Las Meanas, ha tomado muestras tanto de la red como en domicilios para remitirlas a un laboratorio especializado y ha seguido con sus protocolos habituales de análisis, en todos los casos con resultados favorables.

Paralelamente, prosigue la investigación para localiza el posible foco contaminante que haya alterado la calidad organoléptica del agua de consumo de Avilés. Agentes de la Policía Nacional y empleados de Aguas de Avilés rastrean la red en busca de alguna pista, de momento sin resultados concluyentes.