Bárzana / La Plaza

(Teverga), V. DÍAZ PEÑAS

Promover entre los más pequeños de la familia valores como la solidaridad, la generosidad y el servicio de ayuda a los demás son los principales objetivos del voluntariado familiar que se está llevando a cabo estos días en el concejo de Teverga. En total, unas cien personas, pertenecientes a quince familias, participarán durante una semana en la recuperación de la capilla de San Emeterio de Bárzana y en la adecuación del local y el archivo parroquial del municipio.

Según apuntó Luis Aguilar, arquitecto y representante del grupo, todo nació hace tres años, cuando realizaron junto a sus hijos labores de voluntariado en el Camino de Santiago atendiendo a peregrinos. El año pasado recuperaron la iglesia de Corias (Pravia), y este año, gracias a la colaboración del párroco del concejo, Alfonso Abel Vázquez, y al Consistorio, han recalado en Teverga.

«Nuestra principal responsabilidad son nuestros hijos y, sin duda, ésta es una buena manera de enseñarles lo gratificante que puede ser el trabajo bien hecho, y más aún si se ayuda a los demás», explicó ayer Aguilar, presidente de esta asociación de familias voluntarias cristianas llegadas desde Madrid y Toledo. Y es que sólo hay que ver la cara de alegría que mostraban ayer estos niños, de 21 meses a 18 años, mientras ayudaban a ordenar el archivo parroquial, situado junto a la colegiata de La Plaza.

Ahora bien, no todo es trabajo en estas familias voluntarias. Si por la mañana ejercen su servicio a la comunidad, por la tarde niños y mayores disfrutan del entorno natural de Teverga. Así, por ejemplo, tienen programado visitar el Parque de la Prehistoria, Cueva Huerta, la Senda del Oso e incluso a «Paca» y «Tola». A buen seguro, un verano inolvidable para todos.