La nadadora mierense Aroa Silva, de tan solo 13 años de edad, no recuerda cual fue su primera competición en una piscina, pero sí cual fue su último gran triunfo. Las fechas 4,5 y 6 de agosto de este año se quedarán grabadas para siempre en su memoria. Fue cuando logró sus tres primeras medallas de oro en un Campeonato de España. Una cada día.
En Sabadell consiguió meterse en las finales de todas las pruebas en las que nadó, pero el triunfo fue en tres de ellas. 200, 400 y 800 metros libres. La primera medalla llegó en la distancia más larga. "Mi meta era estar entre las cinco primeras, pero con el transcurso de la carrera, y al verme tan arriba, me dije que no podía rendirme", recuerda la mierense. En el momento de tocar el cronómetro, Aroa Silva recuerda una "sensación indescriptible, se mezclaba el cansancio, los nervios y la incredulidad". A la mierense le costó asimilarlo. "Hasta que no llegué al hotel y vi que tenía una medalla de oro de un campeonato de España no me di cuenta de lo logrado", asegura. Antes de regresar al hotel le tocó participar en otra final, pero en esta ocasión el cansancio después de haber nadado en una prueba larga hizo mella y no pudo competir con las velocistas, más frescas, en los 100 libres.
Nuevo día y nueva medalla. El 5 de agosto Aroa se coronó en la distancia de 200 metros libres. "Es una prueba muy complicada, en la que si das todo al principio puedes acabar a tope y si sales relajada puedes perderlo todo al principio". En la clasificación de la mañana consiguió hacer un tiempo de 2:11, el cual fue pulverizado en la final, al rebajar la marca en cuatro segundos. En esta final se encontró con el inconveniente de nadar muy lejos de su principal rival y no poder percatarse de cómo avanzaba en la carrera. Esas circunstancias no importaron y Aroa sumó un nuevo oro.
El último día, el cansancio hizo mella en los 400 libres. "Era la última prueba y Vitos -su entrenador en el Manuel Llaneza- me dijo que la que mejor estuviera psicológicamente se llevaría el oro". Dicho y hecho. Pese a empezar cediendo terreno ante sus rivales, en los últimos metros Aroa protagonizó una remontada espectacular para colgarse su tercera medalla. Un pensamiento atravesaba la cabeza de Aroa. "No puedo rendirme después de todo el trabajo realizado durante todo el año", se repetía constantemente.
Y es que durante la última temporada, la mierense realizaba varios entrenamientos temporales en el Centro de Tecnificación de Oviedo. "Me sirvió para mejorar, las planificaciones y los entrenamientos son diferentes", destaca. Aroa Silva realiza ocho sesiones semanales, en las que nada en torno a 50 kilómetros. Durante dos días a la semana entra en la piscina a las seis de la mañana para ejercitarse durante hora y media. Por la tarde tocan sesiones de entre tres y tres horas y media. Pese a todo, a la hora de compatibilizarlo con los estudios no están existiendo problemas. "De momento lo llevo bien y no he tenido problemas", destaca.
Su objetivo no es otro que conseguir una plaza para la FOJE, el Campeonato de Europa de edad infantil, con el que iría representando a la selección española. Tras las marcas conseguidas en el Campeonato de España de Sabadell, es el momento de refrendarlas en las pruebas de invierno y lograr uno de los dos pasaportes. "No me quiero presionar, ya que todavía queda mucho para ello", asegura Aroa. Hasta el mes de marzo queda mucho tiempo.
Su entrenador, José Luis Vitos, destaca que "no nos imaginábamos el progreso de Aroa, lo importante es que pueda seguir progresando". El técnico asegura que "para el Campeonato de Sabadell pensábamos en unas marcas y las destrozó". El técnico cree que el siguiente paso de la nadadora es "seguir adaptándose a la carga de trabajo que tiene por delante". Quizás, de este modo, algún día se hable de que Aroa Silva haya podido emular los pasos de su ídolo, Mireia Belmonte.
