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Enduro y DH

Una vida que no se entendería sin el deporte

Covadonga González, de 51 años, practica esquí y ciclismo, disciplinas en las que ha logrado varias medallas, y es campeona de España de enduro

Covadonga González, en pleno descenso, trata de salvar un obstáculo durante una prueba. LNE

El deporte siempre ha estado presente en su vida tanto a nivel amateur, como competitivo y profesional. A lo largo de su amplia trayectoria, la protagonista ha logrado sumar más de una docena de medallas de varios colores y en diferentes disciplinas. El último triunfo lo consiguió hace unas semanas: el campeonato de España de enduro en Porriño. Ese es el capítulo final -aún quedan unos cuantos- de Covadonga González, una deportista con una carrera deportiva de más de tres décadas. Comenzó su trayectoria en la nieve, en el esquí, y gracias a este deporte descubrió la bicicleta. Con los esquís logró triunfos importantes lo que le sirvió para conseguir una beca en edad infantil. "Pasé dos años en Baqueira Beret, me costó salir de casa", recuerda.

Covadonga González siempre ha estado unida al deporte. Desde pequeña su pasión se centraba en la nieve y en los descensos. El primer revés, en plena carrera, le llegó cuando en 1995 sufrió una lesión de rodilla que le mantuvo alejada de las pistas durante un tiempo. Pero eso no fue impedimento para que Covadonga se lanzara a probar cosas nuevas, deportes nuevos. Así, le recomendaron hacer bicicleta "y a los pocos días me encontré un cartel anunciando una carrera de descenso y me apunté. Pensé que se parecería al esquí. Me pasé más tiempo en el suelo que encima de la bicicleta", señala.

Esa carrera supuso el punto de partida de esta rider gijonesa en el mundo del descenso y el enduro, modalidades en las que se ha colgado un buen puñado de trofeos. ¿Cuántos? "No sé, Diego (su hijo), ¿sabes cuantas medallas tengo?, espera que las cuento", le responde su hijo. Al final, casi una veintena. "Me gusta mucho la competición, soy competitiva y me gustan los deportes con un poco de riesgo", dice.

Covadonga ha participado en infinidad de carreras y de todas se queda con algo, todas son especiales. Si tuviera que quedarse con alguna, además de la de su debut, la gijonesa asegura que hay una especial, diferente. "Nunca olvidaré el campeonato de España de descenso en 2002. Corrí 20 días después de nacer mi hijo Diego y subí al podio", apunta. Lo cierto es que nadie daba nada porque Covadonga participara en esa carrera, pero su alma de deportista le hizo sacar fuerzas para tomar la salida. Al final, la recompensa al esfuerzo llegó en forma de medalla.

Otra cita que tiene guardada en la memoria es el campeonato de España de Descenso del año 2000 en Candanchú. "Lo que más me llenó de satisfacción, además de ganar, fue recordar que en esta misma pista, en el año 1982, logré el campeonato de España de esquí", indica. En Candanchú se aliaron los dos deportes que tanto le han dado en su vida a Covadonga: el esquí y el ciclismo.

La deportista gijonesa tiene tres hijos, Diego, Cristina y Natalia, a los que les ha inculcado la pasión por el deporte, concretamente por el esquí y la bicicleta, "y también el fútbol". En una familia de tanto deportista es inevitable la competitividad sana. "A veces tenemos piques", asegura, entre risas. Con tres hijos y su marido Luis, lo que no falta en casa de la familia son bicicletas. "Imagínese, dos por cada uno por lo menos", apunta González. A sus 51 años, Covadonga González no tiene pensado dejar de competir. En época invernal, sube todos los días a Pajares donde da clases de esquí, algo que compagina, si le queda tiempo, con la bicicleta. "Siempre dije que mientras me siga divirtiendo seguiré compitiendo y entrenando", sentencia. Y es lo que hace, porque con tan solo mantener una conversación con ella uno se da cuenta de que Covadonga no podría vivir sin la adrenalina que le da el deporte.

El palmarés de esta gijonesa ha ido engordando con el paso de las temporadas. Así, en el mundo del esquí fue campeona de Asturias varios años, además de campeona de España de Slalom Gigante y miembro de la selección española. En el mundo de la bicicleta, Covadonga practica descenso y enduro, donde ha logrado varias medallas en campeonatos de España y de Asturias.

Así es Covadonga González, una deportista que descubrió las modalidades de descenso y enduro gracias al esquí y que ha sabido inculcar su pasión por el deporte a sus hijos, que ya vienen pisando fuerte desde atrás y que con el tiempo están llamados a coger el testigo de su madre. "Alguno ya está compitiendo, pero son todavía muy jóvenes", señala.

Ahora comienza la época invernal y Covadonga González no falta a su cita con la nieve. "Subo todos los días a la estación de Pajares a dar clases", dice. Y los fines de semana también se apunta su familia, que disfruta tanto como ella del deporte al aire libre.

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