La presidenta Elena Cuende, que cumplirá en abril dos años al frente del Estudiantes, resalta que la evolución dentro de este club histórico de Gijón está siendo "muy positiva", aunque la presidenta estudiantil echa en falta un empujón por parte de las instituciones locales, apoyada en promesas que aún están por cumplir. Y es que el césped natural de San Julián pide a gritos una remodelación que ha sido aprobada para 2018, aunque aún esperan noticias para el esperado cambio.
"Estamos esperando a que nos llamen para que se cumpla lo prometido que es un campo más curioso y que cuente con riego, casetas nuevas y parte de la oficina nueva porque las instalaciones se quedan atrás (salvo los vestuarios)", analiza. El presupuesto para esta obra tiene una partida de unos 80.000 euros, según explica Elena Cuende, que recibió en el pasado la visita del concejal de Deportes de la ciudad, Jesús Martínez.
La dificultad de los clubes impide un gasto de tal consideración ya que se mantienen apenas gracias a la enorme colaboración con la que cuentan por parte de los padres de los jugadores de los distintos equipos de la entidad, además de su aportación con las fichas. Dentro de un club familiar y de enorme cercanía, todos arriman su hombro para prestar desinteresadamente su ayuda personal para cualquier tarea que se requiera. Los gastos del mantenimiento del campo y el agua caliente también impiden adecuar otras instalaciones. Por lo que "toda ayuda suma".
