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El Marino crece por la base

El club luanquín compite esta temporada con doce equipos, siete de sala, y fortalece su escuela con 145 futbolistas a pesar de las malas condiciones del campo sintético de Balbín

El Marino crece por la base RICARDO SOLÍS

Cinco equipos de campo y siete de sala, 145 niños, 24 entrenadores y monitores altamente cualificados, una atención sanitaria con expertos en medicina deportiva, y dos excelentes polideportivos para las categorías de sala. Estos son los poderes de la cantera del Marino de Luanco, que cada año se reinventa para superar la fuga de jugadores a los clubes más potentes de la región.

El único handicap, y muy importante, es el alarmante deterioro del campo de hierba artificial de Balbín que provoca numerosas lesiones, las más graves las sufridas por dos juveniles con rotura de ligamentos cruzados. El Ayuntamiento de Gozón lleva seis años prometiendo afrontar las obras de mejora tanto gobernando el PP como el PSOE, e incluso reservaron partidas en los presupuestos que nunca se llegaron a ejecutar.

El coordinador de la escuela, Julio César Suárez dice que el cambio es "una necesidad perentoria" porque "está impracticable", y recuerda que la mayoría de los campos de su época, temporada 2006-2007, ya se renovaron. "El césped es ahora más lija que otra cosa y, al margen de las lesiones que provoca, incluso desgasta los balones porque no puede estar peor y ya no se tendrían que permitir más demoras".

El club cuenta con dos equipos alevines con Luis Morán como entrenador del B. El padre del jugador del primer equipo del mismo nombre es toda una institución en el Marino con más de 30 años de servicio. El A está dirigido por Adrián y Coke. Los técnicos del infantil son Nacho y Marcos, los del cadete Iván Nuevo y Pelayo Galnares, y los del juvenil Jose Viña y Alejandro.

En el fútbol sala hay otros siete equipos. Dos minibenjamines (19 niños) entrenados por Mikel, Nacho Méndez y Raúl; dos prebenjamines con David y Esteban en el B, y Norniella y Borja en el A; y tres benjamines. El C participa en los Juegos Deportivos del Principado dirigido por Josele y Juan Orseli; en el B está Marcos; y en el A Pedro y Dani.

A todos ellos hay que añadir a Mario Herrero, entrenador de porteros; al doctor Vicente González, experto en medicina deportiva de la Mancomunidad de Cabo Peñas, "que es de lo mejorcito en conocimientos y en el aspecto humano" y al fisio del primer equipo Diego Artime. "Les estamos muy agradecidos porque atienden a los niños al momento", señala Julio César.

Los objetivos pasan por consolidar la escuela y el reto es el ascenso del juvenil a Segunda, una categoría en la que ya están el benjamín A, que es líder, aunque nota los efectos de la marcha de jugadores. "Ya se fueron al Sporting y otros dos al Roces, y para el próximo año Unai ya se comprometió con el Sporting y hay contactos con otros dos más", explica el coordinador.

Julio César no entiende muy bien la fuga de jugadores a edad tan temprana porque, señala, "el Marino aporta muchas cosas interesantes al fútbol base, empezando por monitores y entrenadores que funcionan muy bien tanto en lo educativo como en lo deportivo, y pensamos que estar en el pueblo con los amigos es el mejor ambiente para que los niños se desarrollen a todos los niveles, que es lo que buscamos".

El alevín A y el cadete completan los equipos de Segunda y están haciendo buena temporada.

La captación de niños es difícil teniendo en cuenta la población de Luanco y que hay otros deportes en auge como el balonmano, baloncesto, remo y tenis. "Somos un pueblo pequeño, pero deportivo y nos vamos arreglando todos. Nosotros estamos muy contentos del apoyo que tenemos", concluyó Julio César Suárez.

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