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El Candil es cosa de familia

El equipo de fútbol sala de Ujo, un recién ascendido a Tercera División, cuenta con cinco parejas de hermanos en sus filas, y el entrenador, Jose Álvarez, es el padre de dos jugadores

El Candil es cosa de familia

"Llevo más de 20 años entrenando y tener una pareja de hermanos en un equipo es complicado, dos ya es dificilísimo, pero cinco...". Jose Álvarez es el técnico de El Candil, equipo de fútbol sala de Ujo que está cuajando una gran temporada en la campaña de su estreno en la categoría. En sus filas hay cinco parejas de hermanos: Pablo y Sergio Álvarez, Cheme y Aitor Gómez, Viti y Jairo Rodríguez, Pablo y Alan Vadés y Sergio y Cristian Mato. Este último realiza las labores de segundo entrenador.

Pero el rol de Jose no se detiene ahí. No solamente es el entrenador de un equipo que maravilla en la Tercera División asturiana de fútbol sala, sino que es el padre de dos de los jugadores: Pablo y Sergio. "A ellos les exijo más que al resto, en más de una ocasión los mandé a la ducha antes de tiempo", comenta el entrenador.

Sergio actúa en la posición de cierre y es, según su entrenador y padre, un futbolista "que lo da todo y un auténtico jugador de equipo". Por su parte, Pablo cumple su segunda temporada a las órdenes de su progenitor, que lo define como "un hombre rápido, con un buen golpeo con pierna derecha y muy competitivo".

El parentesco entre los jugadores del equipo ustiano no hace que la situación en el vestuario del club diste de la de cualquier otro conjunto de fútbol sala. "Lo que buscamos es que exista un buen grupo, incluso antes de que existan jugadores con mucha calidad", reconoce el entrenador. Para José Álvarez, esto se ha conseguido en la presente campaña.

Los hermanos de El Candil se apoderan del cinco inicial durante muchos encuentros. Y es que solamente existen dos jugadores que no tienen parentesco de hermanos en el equipo de Ujo. El ejemplo más claro es el del encuentro del pasado fin de semana, ante el Congelados Egea de Tapia, donde durante muchos minutos, los hermanos Pablo y Sergio Álvarez y Jairo y Viti Rodríguez acumularon muchos minutos juntos sobre la cancha. Cheme defendía la meta.

La situación se vuelve más rocambolesca con uno de los fichajes previstos para la próxima campaña, el de Nacho, que es el hermano de la novia de Hugo, el portero, quien a su vez es prima de Jairo y Viti. Todo queda en familia en El Candil.

En las sesiones de entrenamiento de El Candil, Jose Álvarez destaca como algo habitual que "los hermanos mayores aprieten más a los pequeños" y pone como ejemplo a Alan y Pablo Valdés. Pero más allá de eso el técnico ve el vestuario como uno más de los muchos que ha entrenado a lo largo de su extensa carrera. "Es normal que existan piques durante las sesiones de entrenamiento, pero estos también existen cuando se entrena en otros equipos", resume. Lo que sí que destaca el entrenador de El Candil es "el buen rollo y la buena sintonía que existe entre todos, hay un gran apoyo".

Y es que la buena relación viene desde casa. No solamente porque los hermanos se lleven bien entre ellos, sino porque acuden literalmente juntos a los entrenamientos y a los partidos. "También ahorramos en gasolina", bromea el entrenador del equipo de Ujo. El Candil no tiene una plantilla larga, por eso la presencia de los hermanos en el club es fundamental.

El conjunto ustiano está cuajando una gran campaña en Tercera. "Hace ya mes y medio que nos salvamos", apunta Jose Álvarez. Y es que para el entrenador, "hace falta dar una vuelta de tuerca a la Tercera, una categoría muy bonita, pero que con el paso de las jornadas se vuelve poco atractiva". Todavía restan cuatro jornadas y pocos equipos tienen cosas en juego, dos clubes se disputan el liderato, y por ende el ascenso, y otros seis clubes pelean por no ocupar las tres plazas de descenso a Primera Preferente.

El Candil se ha convertido en un equipo ascensor. Hace dos temporadas lograron el ascenso desde Primera Regional a Primera Preferente y en la pasada campaña dieron el salto a Tercera, donde se han consolidado este año; son octavos con 35 puntos en su casillero. Gran parte de los jugadores procede del Puerto Pinos de Mieres, equipo que desapareció hace dos temporadas. "Estamos encantados en El Candil, el trato con la directiva y con la gente del club es fantástico, esto es como una familia", dice el entrenador. En este caso es literal.

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