Hace unos meses escuché decir al presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, que esta temporada la liga de las guerreras iba a ser de lo mejor de Europa. Me dio la risa. Solo pensar que después de la crisis económica que acabó con la sociedad del bienestar y con ello también el deporte, incluido también el balonmano.
El masculino pervive gracias a los millones que el Barcelona metió en su sección de balonmano que se pasea por España donde sólo ha perdido un partido desde hace varios años. Además esta temporada formó un gran equipo y tiene la posibilidad de llegar a la final de la Champions. Los mejores jugadores se han ido a otras ligas y los entrenadores más afamados también como Talan Dujshebaev, Andrés Soler, Carlos González, Mateo Garralda, Manolo Cadenas o el mismísimo Manolo Cadenas. También han de irse lejos las chicas y ya lo hemos apuntado alguna vez aquí: doce de las dieciséis jugadoras de la selección femenina de la época de Jorge Dueñas jugaban fuera de España: Alemania, Noruega, Polonia o Bielorrusia. Ahora, en la etapa de Carlos Viver hay menos foráneas en la lista, solo cuatro. La liga femenina es cierto que está muy igualada así que voy a tener que darle la razón al insigne directivo. Ahora que parece que la crisis remite y se empieza a ver la luz al final del túnel. La liga femenina ha ido subiendo de nivel y llegan muchas jugadoras, algunas de muy buen nivel.
En el Balonmano La Calzada militan siete jugadoras de fuera y la clasificación es la que es. Tras la disputa de las nueve primeras jornadas está al rojo vivo. Dos equipos en la cabeza, el Málaga que permitió el lujo de ganar en Gijón y el Rocasa canario, ambos con 14 puntos. A uno solo, esto es 13, le siguen cuatro equipos: nuestro Balonmano La Calzada, las gallegas del Atlético Guardés, el Bera Bera vasco y el Aula Valladolid que ya fue una de las revelaciones de la pasada temporada. Pegados a ellos está el Granollers con 12 puntos y una gran fortaleza en su cancha. Elche, Porriño y Zuazo pueden hacer perfectamente de jueces de está reñidísima competición. Pero incluso es que los cuatro equipos de abajo son difíciles de ganar, sobre todo en su casa, Monvedre, Castellón, el Alcobendas que causó una grata impresión en su visita a La Arena y el Canyamelar Valencia que en su casa también es complicado de vencer.
En resumen, con un tercio del calendario jugado aproximadamente hay siete equipos con posibilidades de quedar campeones, incluido el nuestro, el Liberbank Gijón. Va a ser una temporada apasionante debido a la igualdad que se está viendo. Los equipos de arriba van a estar enzarzados entre sí en cada jornada y va a ver prácticamente dos clasificaciones, la de los equipos que lucharán por el título y la particular con gol average incluido entre estos mismos equipos. Va a ser una auténtica montaña rusa. Liberbank Gijón tiene que ir claramente a más porque ha incorporado a mucha gente nueva que tienen que ir acoplándose y conociéndose. Parece que alcanzar el tercer puesto, mejorando el cuarto de la pasada temporada podía ser el objetivo a cumplir, pero soñar no cuesta dinero y confiamos plenamente en esta plantilla y sus técnicos. Ahora que desgraciadamente las casas de apuestas proliferan enormemente podemos decir aquello de: ¿no va más, hagan juego señores!
