Hablan los vecinos del bloque de Gijón que ayer sufrió un grave incendio: "Lo que pasa en ese piso lo sabe medio barrio"

"Salía una enorme humareda", relatan los residentes, que señalan que el inquilino de la vivienda en la que se originó el fuego es una persona conflictiva

Vídeo: Así han dejado las llamas el edificio incendiado anoche en Gijón

M. C.

«Volvía del gimnasio cuando vi al vecino de arriba bajar corriendo las escaleras y gritando, pero no le entendí lo que decía. Entré en casa, me puse el pijama y empecé a oler a plástico quemado. Entonces vi por la ventana de la parte de atrás una enorme humareda. Cogí al perro y salí corriendo a la calle mientras con la otra mano llamaba a la Policía». Mar Menéndez relataba con estas palabras cómo vivió los primeros momentos del incendio en el portal número 10 del Grupo Constructora, en El Natahoyo, que comenzó poco antes de las diez de la noche de ayer y debido al que cuatro vecinos tuvieron que ser trasladados hasta el hospital de Jove en ambulancia intoxicados por la inhalación de humo; el vecino que vive en el piso en el que se originó el fuego, un primer piso, un matrimonio de ancianos que reside en la planta superior y otro vecino que vive en el tercero. Las iniciales de los intoxicados responden a R. T. D., de unos 45 años, R.P.R. y D. G. S. de 77 y 75 años y J. L. O. R., de 66 años, respectivamente.

No fue el caso de Mar Menéndez, quien al residir en el piso de abajo pudo salir a la calle sin tragar humo. «Mi mayor angustia es que no pude sacar a mis gatos y la Policía y los Bomberos no me dejaban entrar. Como había bajado la persiana y la ventana estaba cerrada, me decían que no les iba a pasar nada, pero yo temía que sí», añade.

El vecino de arriba con el que se cruzó cuando llegaba a casa probablemente hubiera ido advirtiendo a voces del incendio, pero no le prestó especial atención, dado que en ese piso son frecuentes situaciones conflictivas conocidas en todo el barrio, señalan diversos vecinos del inmueble. Además del residente en la vivienda incendiada, por la escalera esta mujer también vio cómo bajaban por la escalera otras personas.

La versión que ha dado el residente del piso incendiado, de que se quedó dormido y una colilla prendió en un frasco de alcohol, no se la acaban de creer otros residentes en el inmueble ni sus familiares.

«Lo que pasa en ese piso lo sabe medio barrio» y también se ha advertido a la Policía, señala una vecina mientras la hija de dos de los intoxicados por el humo –uno de ellos antiguo trabajador del astillero Juliana Constructora Gijonesa–, Ana Paraja, le responde que «si hay que venir a hacer manifestaciones aquí se hacen» para que se ponga una solución.

Los padres de Ana Paraja se encuentra ahora con ella en casa, tras haber sido dados de alta a las cuatro de la madrugada de ayer en el Hospital de Jove. Volver a su domicilio es imposible. Esta mujer señala que sus padres no fueron los que salieron peor parados, dado que permanecieron con la puerta y las ventanas cerradas hasta que los rescataron los bomberos, mientras que otro de los afectados, el vecino del tercero, intentó salir por su propio pié cuando ya había una intensa humareda en las escaleras del inmueble. Desconocen si ya ha sido dado de alta o no.

Ana Paraja acudió hoy a ver el lamentable estado en el que quedó el piso de sus padres. El de Mar Menéndez también sufrió daños pero en este caso por el agua de los bomberos que caía hacia el mismo.

Otro vecino que prefiere no identificarse, señala que en su caso «salí corriendo en un segundo cogiendo lo justo, después de que una vecina me picara a la puerta para advertirme de lo que pasaba» y añade que el piso en el que se originó el incendio es fuente de problemas para el vecindario.

La urbanización en la que se produjo el siniestro son un conjunto de pisos construidos en los años 60 para trabajadores del astillero Juliana Constructora Gijonesa.

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