La Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente abrirá esta mañana al tráfico el tramo entre Moreda y Corigos del Corredor del Aller. La carretera se cerró el pasado 6 de febrero, cuando un argayo cubrió por completo el acceso al puerto de Cotobello y puso en riesgo la circulación por el entronque de la glorieta que une la Variante allerana con el núcleo de Corigos.

El desprendimiento de tierra se había producido el 24 de enero, pero se dio por controlado con una actuación de emergencia. El temporal de principios de febrero, con sus intensas lluvias, agravó el argayo y provocó un gran desprendimiento. Una columna de alta tensión también cayó y más de 500 vecinos estuvieron sin servicio eléctrico durante tres horas. Aunque fue molesto, lo peor llegó después.

Comenzaron los trabajos de emergencia y, ante la magnitud del argayo, la carretera tuvo que estar cerrada durante un mes y medio. El Corredor del Aller es el principal acceso desde Asturias hasta las estaciones de esquí de Fuentes de Invierno y San Isidro y ha permanecido cerrado durante gran parte de la temporada de esquí.

Las obras siguen adelante, porque el acceso a Cotobello aún no está limpio, y cuentan con una financiación de 382.970 euros. La Consejería de Fomento encabeza la actuación, porque el argayo se produjo en una carretera municipal pero afectada por el Corredor del Aller. La actuación despertó el interés de los vecinos por su espectacularidad.

Los trabajos se ejecutaron a gran altura y con la meteorología en contra. Los operarios resistieron lluvias, nevadas y también trabajaron algunos fines de semana. El alcalde de Aller, David Moreno, ha seguido de cerca la actuación. «Estamos satisfechos porque el Corredor pueda abrir en estas fechas», explicó. El director general de Infraestructuras, Juan Fernández Pereiro, aseguró hace unos días que no podía garantizar la apertura del Corredor para Semana Santa. Fomento decidió ayer que la circulación puede volver a la normalidad.