Fresa de «kilómetro cero» en Candamo

La producción fresera de Candamo llega por los pelos a la trigésima quinta edición del Festival de la Fresa, que acoge el concejo hoy y mañana. Y como siempre que hay agricultura de por medio, la meteorología ha hecho que este año las fresas broten más tarde y puede que no tan dulces como de costumbre, ya que la falta de luz del sol hará que los azúcares no estén tan presentes en el fruto. Con todo, «milagrosamente hay, aunque no tantas como debería», señala Aida Fernández, productora de Villar.

Desde el pasado mes de enero no ha parado de llover en Asturias y eso se nota en las fresas. «Vino mucho más tardía por culpa del tiempo frío y una primavera con demasiada agua», comenta Fernández, quien tiene sus fresas en la zona alta de Candamo, una producción al aire libre. Esta productora defiende el producto de proximidad, el llamado de «kilómetro cero», porque asegura que para disfrutar del verdadero sabor de las fresas de Candamo «hay que probarlas aquí porque la recoges madura, en su punto de azúcares, no madurada en una caja o en nevera».

Debido al mal tiempo, las fresas que han brotado en las huertas de Luis Fernández, en Sandiche, en la vega del Nalón, «son más pequeñas, pero en cuanto lleguen los rayos del sol cogerán color y sabor». Para paliar una cosecha que preveía regular, Luis Fernández ha plantado algunas fresas dentro del invernadero: «Estoy haciendo una prueba con tierra de la vega en las cajas y corteza de pino para que salga la porquería y no manche la fresa». Y, de momento, asegura que «están muy guapas». Eso sí, trabajo dan un poco más porque «al estar dentro con el calor sale mucha masa vegetativa», detalla el productor. El experimento lo realiza a propuesta de un supermercado del que es proveedor para aumentar la producción.

Aunque haga frío y llueva, en Candamo brotan las fresas. ¿Qué tiene el concejo que las hace tan buenas? Según Luis Fernández, el secreto está en el suelo: «Las vegas están nitrogenadas y la tierra es especial, con arena del río que da una sustancia más rica». Pero también son buenas en la zona alta, como las de Aida Fernández: «Las variedades que produce el concejo son neutras y con tener unas horas de luz al día es suficiente». Unas fresas que dice son «exageradamente dulces en julio y agosto». De momento, mañana concursarán por llevarse la «Fresa de oro» en Grullos.