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"La víctima siempre fue la gran olvidada del sistema penal"

"Ahora hay una mayor concienciación entre los conductores para no consumir alcohol ni drogas, pero sólo porque se vigila y se castiga ese tipo de conducta"

Raimundo García Cuesta, en la Comisaría de la Policía Local de Noreña. Franco Torre

El agente de la Policía Local de Noreña Raimundo García Cuesta es uno de los principales expertos de España en accidentología vial. Presidente de la Asociación Española de Accidentología Vial, García Cuesta acaba de ser distinguido con la Gran Cruz de Santiago que otorga la Asociación Nacional de Guardias Civiles "Marqués de las Amarillas".

-La distinción reconoce su labor en favor de las víctimas, y no sólo las de tráfico...

-Estoy metido en varias actuaciones en esa línea. Colaboro asiduamente con la Fundación de Victimología. De hecho, me dieron la Cátedra Internacional de Victimología "Antonio Beristain Ipiña" por trabajos muy relacionados con víctimas del terrorismo. Aunque mi actividad principal se centra en los accidentes de tráfico, la violencia no entiende de origen, y el dolor tampoco.

-En el ámbito de la seguridad vial, ¿Se ha mejorado en el trato a las víctimas?

-Estamos mucho mejor que cuando yo empecé a estudiar Criminología, en 1989. Creo que la gran aportación de la criminología a todo este proceso es la reivindicación de la víctima. Porque la víctima siempre fue la gran olvidada del sistema penal, nadie se preocupaba de qué pasaba con ella. Y con los accidentes de tráfico, hasta hace relativamente poco, la víctima era un número, un objeto de indemnización.

-También se están reduciendo los accidentes de tráfico...

-Sí, a pesar de que aumenta el tráfico. Ahora se habla de que hay un repunte, pero si comparamos las cifras de siniestralidad con las de hace 30 años, no tienen nada que ver. Aquello era dramático.

-¿Qué factores inciden en este progreso?

-Hay varios, pero el primero es la concienciación de que esto era una necesidad por parte de las autoridades.

-¿Hay más concienciación entre los conductores?

-Sí. Pero la concienciación es a partir de que se vigila. Todos sabemos que conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas es malo. Pero socialmente se admite, se dice: "Puede pasarle a cualquiera". No, puede pasarle a cualquiera que haga lo que no tiene que hacer. A partir de que se empieza a vigilar y a castigar ese tipo de conductas, eso ayuda a concienciar.

-¿Por qué se orientó a esta rama de la victimología?

-Yo creo que fue la mili. La hice en la Cruz Roja, en el puesto de carretera de Aboño, en 1984. Era terrible, todas las semanas había algún accidente, muchos con consecuencias dramáticas. Tengo un recuerdo grabado: en estos días que llueve y está la atmósfera limpia, el olor del aceite, la gasolina y la sangre mezclados. Es un olor particular, no me lo saco de la cabeza. Ahora mismo, pienso en ello y lo estoy oliendo.

-Oviedo lleva tres años sin atropellos mortales, ¿cómo se ha logrado ?

-Se logró estudiando el problema desde la raíz. Todo estriba en no buscar responsables, sino en buscar factores que concurren en esos accidentes y actuar sobre esos factores. Una causa fue la falta de iluminación: pues se volvieron a iluminar algunas zonas y se redujeron los accidentes. Se reforzaron las medidas para reducir la velocidad€ hay varios factores.

-¿Llegaremos a un escenario de cero víctimas o es utópico?

-La empresa alemana Dekra hizo una comparativa entre varias ciudades europeas y contrastó que algunas llegaron a tener cero muertos. Es difícil, pero es algo a lo que tenemos que aspirar.

"Es difícil alcanzar un escenario de cero víctimas, pero es algo a lo que hay que aspirar"

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