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El Atlético Siero invade El Bayu en pleno entreno del Romanón por los horarios

"Ocupan todo el horario y luego vienen cuando quieren, hay días que sólo usan medio campo y no podemos trabajar", afirma el coordinador del Siero

El Atlético Siero invade El Bayu en pleno entreno del Romanón por los horariosFRANCO TORRE

Los jugadores del equipo infantil del Atlético Siero, flanqueados por sus padres y hermanos y por los técnicos y directivos del club, invadieron ayer el campo de fútbol de El Bayu, en medio de un entrenamiento del Romanón, en protesta por un reparto de horarios que, afirman, les perjudica respecto al otro club. Una circunstancia que la directiva del Atlético Siero ya había trasladado al gobierno de Siero y el Patronato Deportivo Municipal (PDM), sin recibir respuesta.

"No pedimos dinero, sólo queremos que nos dejen usar el campo", sostiene Agustín Fernández, vicepresidente y coordinador de las categorías inferiores del Atlético Siero, un club que tiene a 80 futbolistas en sus cuatro equipos de campo, y a otros 40 en las formaciones prebenjamines y benjamines, que juegan en sala.

Aunque el Atlético Siero tiene esta temporada dos equipos más que la pasada, sus horas de entrenamiento en El Bayu son prácticamente las mismas: según denuncia el club, dispone de siete horas a la semana, apenas quince minutos más que la temporada pasada. El Romanón, en cambio, dispone de 21 horas y 30 minutos, hora y cuarto más, y tuvo prioridad al elegir los horarios.

"El Romanón ocupa todo el horario y luego vienen cuando quieren. El jueves pasado sólo usaron medio campo, pero a nosotros no nos dejan la otra mitad para trabajar", asegura Agustín Fernández. De hecho, tras constatar esa infrautilización del campo la pasada semana, el coordinador decidió llevar a su equipo a entrenar a El Bayu en la tarde de ayer.

Mas cuando llegaron los jugadores del Atlético Lugones, a las siete de la tarde, varios equipos del Romanón se repartían la totalidad del césped. "El jueves pasado eran muchos menos y sólo ocupaban medio campo, pareciera que sabían que veníamos", señalaba Fernández. Esa circunstancia, no obstante, no amedrentó a los del Atlético. Los chavales entraron en el campo con total naturalidad y colocaron los conos en una esquina del campo.

Tras ellos, llegaron sus padres, que tomaron el área, aunque no hubo fricciones. Los jugadores y técnicos del Romanón se concentraron en otras partes del campo, y los chavales del Atlético comenzaron su entreno. "No vamos contra los jugadores del Romanón ni queremos saber nada de temas políticos. Sólo pedimos disponer de las horas que necesitamos para entrenar en el campo", sentencia Agustín Fernández.

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