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"Cuidamos mucho a los animales; el que diga que no es así miente", dice el circo de Lugones

"Nos sentimos señalados y nos afectan mucho las críticas", lamentan los artistas del espectáculo, objeto de repetidas quejas

Ilena Cristiany, bajo el cuerpo de la hembra de elefante asiático "Dumbo", en las instalaciones del circo. A. F. V.

"Nosotros somos los primeros interesados en que los animales estén bien, y los cuidamos al máximo. El que diga que no se encuentran en buen estado y no son felices, miente". Francisco de la Torre, propietario del circo Coliseo, asentado estos días en Lugones, responde así a los colectivos que les acusan de presunto maltrato animal y piden que Siero prohíba los circos con animales.

"Los que hacen ruido son cuatro, a la mayoría de la gente le gusta el espectáculo. Y no sólo eso, ven que los animales disfrutan en cada pase y están muy bien". Desde finales del verano, el circo ha pasado por Villaviciosa, El Berrón y Avilés, y en todos los sitios ha tenido problemas.

"Perseguidos". Así dicen sentirse los artistas del circo "Coliseo", que desde hace unos años ven cómo durante sus giras por España hay asociaciones, agrupaciones, partidos políticos y vecinos que rechazan el uso de animales en sus funciones. "Tanto es así que a veces parece que tenemos que hacer ver a los ayuntamientos que no pueden negarnos los permisos. Pasamos muchos controles, tenemos veterinarios, contamos con el beneplácito del Seprona...", suspira el empresario, que no duda en invitar a todo aquel que lo desee a ver el estado de los animales: "Los tenemos a la vista. ¿Alguien cree que si no estuviesen en buen estado lo haríamos?".

Esta circunstancia, que, aseguran, sólo se encuentran cuando trabajan en España, pasa factura a los trabajadores del circo, que se ven "señalados" por una conducta hacia la que, afirman, no pueden ser más contrarios. "Nos afecta psicológicamente, moralmente, diariamente... Si hago una lista de todo lo que supone para nosotros que digan esas cosas, que nos sometan a esta caza de brujas... Tenemos hijos, sobrinos, nietos... Gente que sufre también por nosotros y nos vemos marcados", lamenta Ilena Cristiany, encargada de cuidar a "Dumbo", la hembra de elefante que estos días pasta en El Cuetu.

"Dumbo" tiene 47 años y desde antes de cumplir los 24 meses comenzó a convivir con la familia Cristiany. "Son animales muy longevos, que pueden llegara los 100 años. Es una cifra que aquí, con todos los medios que tenemos a nuestro alcance, con la comida que les damos, etcétera, puede alcanzar. En libertad esta edad se acorta", afirma Michelle Cristiany, también encargado del paquidermo, con toda una vida dedicada al circo a sus espaldas, como viene haciendo su familia "desde, al menos, principios del siglo XX".

"Estamos con ellos todo el día. Desde que nos levantamos hasta justo antes de irnos a la cama. Garantizamos su bienestar, cuidamos todos los detalles, ponemos todos los medios para que estén cómodos... Hay un ejemplo muy claro: está más que comprobado que un animal jamás se reproduce en cautiverio si no se encuentra en un estado óptimo. Y en los circos nacen muchos animales. Hay quien aún tiene la visión de que en el circo hay látigos y se tiene a los animales en jaulas, y eso hace muchos años que no se hace. La forma de adiestrar animales ha evolucionado mucho en las últimas décadas", ejemplifica Ilena, bajo la panza de "Dumbo": "Hace esto para protegerme frente a extraños. Si no la tratásemos bien, ¿cómo iba a hacerlo?".

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