Edgar Bragado cumplió a la perfección su encomienda vendiendo los güevos pintos que él mismo decoró a su madre, Isabel García, y su abuela, Rosi Plaza, para recaudar fondos a favor de la Asociación Debra Piel de Mariposa. Lo hizo ataviado con el traje de asturiano, confeccionado de forma sencilla, pero lucida, con fieltro, en la Escuela Infantil "Peña Careses", de Pola de Siero. Él es uno de los 258 niños del centro que se han implicado en este proyecto solidario, consiguiendo movilizar a las familias.
La directora, Rosa Sánchez, explica que cuando se produjo el terremoto de Haití, en 2010, a la profesora, ya jubilada, Carmen Sierra se le ocurrió recaudar fondos a través de una tradición tan polesa como los Güevos Pintos. Así que se pusieron a confeccionar unos originales trajes regionales con fieltro negro y rojo para los niños y maestras. Los críos se encargan de traer de casa huevos para decorar y que luego entregarán a sus familias a cambio de un donativo mínimo de un euro. El Consejo Escolar decide quién será la asociación beneficiaria entre las diversas propuestas realizadas.
Este año, los padres de un alumno, que tienen en la familia a una niña de cinco años, Inés, con la enfermedad de piel de mariposa, comentó su caso. Su padre, que es médico en Galicia, incluso viajó a la Pola para explicarles a los niños cómo es el duro día a día de su hija. Pues al tener una piel tan delicada como la de una mariposa tiene que extremar los cuidados al máximo. Sólo puede comer purés y a veces tiene que ir en silla de ruedas porque le salen heridas en la planta de los pies, explica Rosa Sánchez. A la hora del baño también han de vigilar los cuidados y usa una ropa especial, sin costuras, que, como no la hay en España, la compran en el Reino Unido, con el consecuente encarecimiento de las prendas, agrega.
La escuela infantil tiene un acuerdo con la asociación y a través de cuentos ha concienciado a los niños de la suerte que tienen de estar sanos y de poder ayudar.
