Sergio Mateo, un joven de 18 años natural de Lugones, denuncia que debido "a las condiciones de no adaptabilidad de la mayoría de apeaderos de la línea de tren entre Gijón y Oviedo" no puede hacer uso de este medio de transporte en su silla de ruedas. Esta situación, que "viene de lejos", no acaba de solucionarse a pesar de las reclamaciones que lleva interponiendo "los últimos dos años".

El problema se ha complicado para él en los últimos meses. Mateo empezó a estudiar ingeniería informática este año en Oviedo y debe usar el transporte público cada día. Por ello, la mayor complicación para él está en la estación de Lugones. "Hay un hueco entre la vía y la puerta del vagón de unos 13 centímetros. Si intento acceder por ahí me suicido, y como tampoco tiene una rampa como la de los autobuses, no puedo hacer nada", lamenta el joven.

Por ello, Mateo ha tenido que recurrir al autobús (que demora casi 40 minutos desde Lugones) o recurrir a su familia, "cuando les es posible". "El otro día pasé una situación tremenda de agobio. Venía de Lugo de Llanera de noche y no había nadie en la estación. Si no es por la gente que iba dentro del tren me quedo allí tirado", relata.

A pesar de haber interpuesto varias reclamaciones, "no me acaban de dar una solución". Esta pasaría por "que quitaran un poco de la piedra de la vía, para que la puerta quedara más baja o por una rampa", sentencia Mateo.