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El siglo de Conchita la repostera

Concepción Simón cumple 100 años en familia y sin desvelar el secreto de su receta de suspiros de Villaviciosa: "Nunca la dije"

Conchita Simón, con su tarta. V. A.

María Concepción Simón Sánchez, "Conchita", nació el 24 de noviembre de 1918 en Villaviciosa. Ayer la Residencia Colegio San Francisco le rindió un cariñoso homenaje por su siglo de vida. Hubo una fiesta donde no faltaron sorpresas, además de la obligada tarta conmemorativa y el "mejor regalo", la compañía de sus familiares Portali, Elvira, Margarita, Blanca, Pili, Miguel y Guillermo Simón.

Conchita siempre fue una enamorada de su Villaviciosa natal. "No hay villa más guapa que la nuestra", defiende convencida. La centenaria comenzó a trabajar a los 13 años en la fábrica La Tierrina de El Gaitero, en la hacía fabada o sirope de manzana, llegando a ser encargada. "Mi vida estuvo dedicada al trabajo y a mi afición por la costura que heredé de mi padre, Angelín 'el xastre'. Siempre me gustó además la cocina y la repostería, que me entretenía mucho. Tengo una receta propia de suspiros de Villaviciosa que nunca se la he dicho a nadie", asegura.

Hermana del pintor Guillermo Simón, fue una mujer con un fino sentido del humor, que a veces había que entender. A sus cien años sigue gozando de buena salud y mejor memoria, aunque ha perdido audición, y la artrosis la ha dejado en una silla de ruedas. "Solo tomo una pastilla diaria para el dolor de rodillas, por lo demás no me duele nada. No se cual es el secreto para cumplir cien años, quizás tomarme la vida con tranquilidad y cierto humor" explica.

En la celebración del siglo de vida de Conchita, además de sus sobrinas y otros familiares, estuvieron los trabajadores y directora de la residencia, Ana Rodríguez. Tampoco faltaron al feliz acontecimiento Pedro Gómez, en representación de Mensajeros de la Paz, y la concejala de Servicios Sociales de Villaviciosa, Lorena Villar. Todos felicitaron a la centenaria entregándole varios regalos, entre ellos un ramo de flores, un "Libro de vida" con fotos recuerdo, y una placa del Padre Ángel para nombrarla "Abuela de Oro".

Conchita sopló emocionada las velas de la ilusión de la tarta de cumpleaños. mientras le cantaron el "Cumpleaños feliz.

Su fiesta fue el broche final de las celebraciones de otoño de la Residencia Colegio San Francisco de Mensajeros de la Paz, que comenzaron el pasado miércoles con amagüestu música y teatro. Ahora, a pensar en las celebraciones navideñas.

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