La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El último madreñero está en Bayones: así trabaja

"De esto se vive, pero no hay relevo", destaca José Luis Vallín, distinguido por "Cubera" tras 70 años dedicado a un oficio en extinción

José Luis Vallín Álvarez es el único madreñero que queda en Villaviciosa y también de los pocos que sobreviven en Asturias. Aunque para este maliayés de Bayones ha pasado de ser un trabajo a una afición, porque ya está jubilado. No obstante, representa un oficio en peligro de extinción, razón que ha llevado a la Asociación Amigos del Paisaje de Villaviciosa "Cubera" a entregarle una de sus distinciones, en reconocimiento a sus 70 años dedicados a la elaboración de este calzado típico asturiano.

"Soy el único madreñero en el concejo y también de otros. Los que quedamos estamos para el arrastre, porque ya somos mayores. No conozco a ninguno, al menos en esta zona, que sea joven", lamenta. Ve que el futuro pinta negro para el que durante muchos años fue su oficio. A sus 85 años sigue apegado a la madreña, pero ya jubilado. "Ahora lo hago por entretenerme", dice.

Destaca que se siguen usando no sólo en Asturias, también en zonas montañosas de Cantabria, León, Palencia o Burgos. "Se gasta todavía", destaca. Además, a los turistas les gusta este calzado porque les resulta original. Tiene claro que "de esto se vive, pero no hay relevo".

En su taller las sigue fabricando al modo tradicional, aunque las máquinas "quiten lo gordo". El resto se realiza a mano. Resalta que "un par lleva cuatro horas hacerlas a mano enteras". La madera que más utiliza es la de abedul y nogal.

José Luis Vallín no duda: "no hay calzado como esto", pues "con zapatillas, se acaba la humedad". Las compara con los zuecos holandeses y las madreñas asturianas, al quedar elevadas del suelo, aíslan más. Su comodidad las convirtió durante años en el calzado estrella en los pueblos asturianos, pero el declive del campo y el despoblamiento rural ha afectado a la demanda de este artículo. La gente mayor es quien más las siguen calzando, pues los jóvenes tienen más variedad para calzarse. Este madreñero de Bayones también explica que las prefieren más los hombres que las mujeres. Lo achaca a que son más cómodas para los trabajos que ellos suelen realizar como andar por la cuadra y trabajar en el campo. "Antes, con tanta gente en los pueblos cada uno gastaba cuatro o cinco pares al año, pero ahora uno o dos porque tampoco se trabaja como entonces y hay más variedad de calzado", explica este madreñero maliayés.

"No sé qué pasará", reflexiona José Luis Vallín, con pena por ser uno de los últimos madreñeros de la región. Confía en que este oficio no se extinga, pero "el provenir no es guapo". Recuerda que "antes había uno o dos madreñeros en cada casa para hacerlas a mano". Por ejemplo, él y su hermano aprendieron a trabajar con su padre, Luciano Vallín.

Anima a los jóvenes a continuar con esta tradición. "Se aprende con un madreñero", de los que tan pocos quedan, indica. Pero "no ves a uno que sepa hacerlo desde que coges el tazu" o trozo de madera inicial. El primer paso es darle forma con un hacha y después continúa en una máquina, que ajusta el número de pie. "Te quita el trabajo bruto", indica. Luego pasa a otra, que es la que realiza el hueco interior, donde se colocará el pie. El resto, se realiza a mano. Aconseja llevar un número de madreña mayor que el de la zapatilla, excepto en las de fieltro, que son en las que coincide.

José Luis Vallín no será el único que recogerá un distinción de "Cubera" esta tarde, a las 20 horas, en el Teatro Riera. También la recogerán Bernardo Busto y Gonzalo Gil, por su labor divulgadora de los valores naturales de la ría y su entorno, así como una comunidad de vecinos de calle del Carmen, por la intervención en la estructura del edifico para eliminar una barrera estética que condicionaba el entorno del fragmento de muralla maliayesa. La Asociación para el Fomento de la Ganadería y la Agricultura de Argüeru, que organiza la ferial anual, es la "Aldea más guapa" de este año. Gabriel González Tuya, cantante de tonada, interpretará un villancico con El Pravianu a la gaita para cerrar el acto.

Compartir el artículo

stats