El tesorillo de Berció, en Grado, una colección de 209 piezas que se considera el mayor conjunto de monedas tardorromanas del norte de España, traspasa fronteras. Después de que LA NUEVA ESPAÑA desvelara en exclusiva este hallazgo el pasado mes de junio, la reciente publicación en los Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, por parte de los arqueólogos José Antonio Juaneda y Alfonso Fanjul, de las primeras conclusiones de su investigación ha sido recogida por diversos medios extranjeros, entre ellos las cadenas de televisión BBC y CNN, los periódicos británicos “The Guardian” y “Daily Mail” o la agencia France Press.

La tesis provisional que sostienen los arqueólogos que investigan este hallazgo, que sitúan a partir de mediados del siglo V de nuestra era, es que en el momento en que el tesorillo fue ocultado, los habitantes de esa zona vivían “en un contexto de inestabilidad política debido a la expansión sueva en la mitad occidental de la actual Asturias”. Entonces, el territorio entre el río Nalón y el Narcea parecía constituir un espacio fronterizo entre el poder suevo al occidente, y la sociedad astur-romana al oriente.

Las piezas han sido depositadas en el Museo Arqueológico de Asturias. Alfonso Fanjul, uno de los arqueólogos responsables del hallazgo junto a José Antonio Juaneda y Roberto García, no ha dudado en calificar de “excepcional” la colección, ya que, al margen de la calidad y cantidad de las piezas, estas monedas permiten afirmar que a mediados del siglo V, entre el fin del imperio romano y la instauración del Reino de Asturias, había un movimiento internacional de monedas romanas que llegaba hasta Asturias. Las de Berció proceden de Antioquia, Constantinopla, Tesalónica, el sur de Francia y Londres. De esta última ciudad, una sola moneda, la de mayor tamaño, acuñada en el siglo IV.