La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Despacito y buena letra

Les vaques no entienden de fútbol

Los méritos de Manolito el Pegu, alma de las fiestas del Carbayu, para recibir la medalla de oro de Siero

Me faltan palabras para expresar lo que quiero y mostrar mi gratitud a las personas que con su conducta, con su hacer, han contribuido a que yo sea, y a que Lugones y Siero sean dos referencias básicas en mi vida. Y es que los recuerdos de infancia marcan, muestran la ruta, condicionan nuestro futuro, y dentro de éstos cómo no evocar aquellas subidas al cielo en lancha o las casetas del tiro en busca del llavero o la cajetilla de tabaco. Ya más adolescentes, los coches de choque y las estrategias que uno se marcaba para golpear a la chica que le gustaba y oír el susto, el suspiro y la mirada agradecida, suave, de la supuesta agraviada. Y cómo no, para los más arriesgados y ambiciosos no venía mal un paseo por la ruleta y sus sugerentes billetes de veinticinco, cincuenta o cien pesetas abrazados por gruesa goma. De aquellos escarceos juveniles surgieron después noviazgos y matrimonios que hoy son envidia y admiración de sus hijos. Eran las épocas del pudor, del respeto, de la sublimación y admiración de la mujer. Eran los tiempos del amor bien entendido, del amor que completa y proyecta a uno en el otro, del "tú" en el "yo", del yo respiro porque tú respiras, no del amor fisiológico, perruno, que hoy nos invade y alienta. Y es que en aquel entonces todos sabíamos que lo más importante era la persona, ya sea hombre, ya sea mujer, y que la palabra "amor" no era una palabra vana, hueca.

Han tenido que pasar años para que uno se diera cuenta de que estaba en deuda con aquellas personas que han hecho y hacen posible que uno se divierta, que uno disfrute y pueda vanagloriarse de las experiencias vividas. Han pasado muchos años desde la época de la Gran Capitol y de la Marimbas y sus conocidas canciones de "A Santiago voy ligerito", "Era la piragua, era la piragua", "La Bámbola"? Cuando uno las escucha hoy se le abre la azotea del recuerdo y de pronto ve el templete de la orquesta, la gramola del Topu, la gracia del vocalista, sus dedicatorias y, entre canción y canción, el aviso tranquilizador de que entre los músicos se halla un niño de corta edad que dice llamarse Pepito.

Todo esto que en aquel entonces nos parecía fortuito, improvisado, ahora uno descubre que ha sido y es fruto del trabajo callado de muchas personas que llevan su generosidad al extremo de renunciar a su alegría, a su diversión, con tal de que los otros, sus amigos y vecinos, se diviertan y disfruten. Son indiferentes a las críticas infundadas y sobrellevan los avisos y temores de su entorno más próximo, su familia. Para ellos la fiesta se convierte en preocupación, riesgo y, a veces, angustia, ya que están pendientes de todo: de si llueve o no llueve, si el bollu preñau "ta buenu", si la orquesta es de las que marcan época o si los fuegos artificiales tienen la grandiosidad y seguridad necesarias. Realizado el trabajo, escucha satisfecho el "Pobre de mí" o "Adiós con el corazón". ¡Hasta el año que viene!

Son muchas las sociedades de festejos y las personas que año tras año en Siero se preocupan de llevar alegría y hacer parroquia, pero permitidme que tenga un recuerdo muy especial para una de ellas, que lleva más de sesenta años involucrada y preocupada para que las Fiestas de la Virgen del Buen Suceso de Lugones sean referencia y disfrute de todos. Una persona que precisamente el "Día del Bollu" en El Carbayu cumplió 77 años. Quien les escribe, sabedor de los muchos méritos que adornan la persona de Manolito el Pegu, y ahora que se cumplen 90 años del inicio de la sociedad, allá por el año 1925, desea que estas fiestas vayan también acompañadas de una buena noticia, de una petición, de la que, por otra parte, estamos tan necesitados. La petición es que el Pleno del Ayuntamiento de Siero tenga a bien otorgar la medalla de oro del Concejo de Siero 2015 a don Manuel Antonio Fernández Álvarez, presidente de la Sociedad de Festejos del Buen Suceso del Carbayu, en atención a sus muchos méritos y a la generosidad que siempre ha mostrada en defensa de su parroquia, de su concejo. Petición que he hecho e introducido por Registro el pasado 30 de julio de 2015 y a la cual pueden sumarse o adherirse cuantas personas y colectivos deseen. Si como dice Manolito les vacas no entienden de fútbol, nosotros los humanos y, en concreto, sus vecinos, sí sabemos apreciar, valorar y premiar una conducta noble y ejemplar como la suya y prueba de ello son estas palabras que intentan compensar y agradecer lo mucho que le debemos, que no es poco.

Compartir el artículo

stats